Una semana más de Cuaresma, nuestro Arzobispo Mons. Jesús Sanz comparte una breve meditación para estos días:
Una escena dura aparece en el evangelio de este 5º domingo de cuaresma. Unos fariseos ponen delante de Jesús a una prostituta. A éstos les dirá: no pongáis en el paredón a las víctimas de vuestros divertimientos, no queráis lavar vuestra culpabilidad con quienes mancilláis la inocencia mutua… “el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra”. Y a la mujer le dirá: no juegues con tu fidelidad ni con la ajena, porque eso es trampear con tu felicidad y la de los otros… pero, “anda, y en adelante no peques más”.
La última palabra no la tuvieron los fariseos hipócritas, ni la mujer equivocada, sino Jesús, portador y portavoz de la misericordia del Padre. Y como quizás también nosotros participamos en alguna medida de la actitud de los fariseos y la de la mujer, por eso en la recta final de esta Cuaresma, necesitamos escuchar esa palabra más grande que nuestro pecado: para que la última palabra no la tengan ni nuestras hipocresías, ni nuestras equivocaciones, sino Aquél que dijo: Levántate, anda, no peques más. Desde el perdón de Dios, ofrecerlo a cuantos nos ofendan. Es lo que pedimos cada día en el Padrenuestro.