«Queremos ofrecerles actividades formativas y que les aporten»

Publicado el 03/01/2025
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«Queremos ofrecerles actividades formativas y que les aporten»

Las religiosas de María Inmaculada han conseguido, desde hace mucho tiempo, que su casa de la calle San Vicente de Oviedo sea el hogar de muchas personas, especialmente de migrantes que llegan a Oviedo dejando atrás su entorno y que encuentran en ellas ayuda, escucha y mucho afecto. En su empeño por ofrecerles una red de apoyo han puesto en marcha, con el  grupo de voluntarios que trabaja con las hermanas,  un proyecto para que las mañanas de los sábados estén llenas de actividades que pueda enriquecer a niños y jóvenes y a sus familias. La hermana Alicia nos ha contado en qué consiste esta iniciativa.

¿Cómo se organizan estas mañanas de los sábados?

Tenemos muchos adolescentes y bastantes niños; las edades oscilan entre los 5 hasta los 18 o 19 años. No es que hayamos hecho ninguna publicidad para ello, sino que unos se informan por otro y acuden. Sobre todo las madres porque sus hijos tienen que estar mucho tiempo solitos, también el sábado, porque ellas para llevar dinero a casa deben trabajar mucho en el servicio doméstico.  De once a doce tenemos una actividad que es la que ellos eligen: guitarra, juegos de mesa, ahí sobre todo van los más pequeñitos; baile, deporte… Acuden más de setenta niños y jóvenes por eso la actividad hay que dividirla en grupos, pero siempre la que ellos eligen.

A las doce la división se hace ya por edades y comienza un tiempo que llamamos de formación. En realidad no es una catequesis a modo de parroquia porque nosotros queremos mucho que se vinculen a las parroquias a las que pertenecen. Después a la una menos cuarto vamos todos a ver a Jesús, incluso las madres que se quedan durante la mañana con nosotros. Subimos todos a la capilla y la llenamos. Tenemos una ayuda inestimable de D. Avelino, que ahora está en la Casa Sacerdotal, es una persona que se hace apreciar, querer por los pequeños, los adolescentes, los mayores… Después compartimos un pequeñito ágape porque los niños tienen mucha capacidad para socializarse, pero a su vez como son niños que son de distintos países, han venido en distintas épocas, cada uno de un barrio y un colegio diferente. El ágape es para que todos juntos compartan. Después como hay muchos acontecimientos en cada trimestre hay otras actividades por ejemplo en septiembre ir a Covadonga con la Vigilia de los Jóvenes, convivencias…

Imagino que para ellos es una buena oportunidad porque en sus familias amor desde luego no les faltan, pero no tienen recursos para este tipo de actividades más lúdicas.

No tienen posibilidades, no. Los niños que vienen a nosotros no tienen ya un bienestar socioeconómico. Por eso los niños hasta once año han escrito una carta a los pajes que proceden de la Fundación de EDP y son los empleados los que se encargan de recibir la carta y ese regalo que viene muy generoso se entrega a las familias el 5 de enero para que al día siguiente les aparezca el regalo, porque los Reyes también se han acordado de ellos. Para la festividad de los Reyes vienen los tres expresamente a visitarlos.

No me gustaría acabar sin hablar de los voluntarios que hacen posible este proyecto.

En esta actividad participan más de una docena, pero en general yo tengo un listado de más de cincuenta. Los voluntarios se encargan de los talleres con las personas adultas: cocina, plancha, limpieza, ayuda a la dependencia… También con los niños hacen apoyo escolar porque muchos de ellos tienen dificultades. Aunque en los colegios están bien atendidos a veces les sucede que se incorporan a un curso ya avanzado o vienen con un nivel muy bajo, pero por la edad les corresponde un curso más elevado. No se pueden permitir ir a una academia y menos a una clase particular. Nosotros ahí miramos y apoyamos claro al que más lo necesita. Yo tengo más contacto con los adultos y de ahí viene conocer las necesidades que puedan tener.