Invitado por la directiva, con su presidente, Joaquín Miranda, a la cabeza, Mons. Jesús Sanz visitó este lunes, 4 de noviembre, el Real Grupo de Cultura Covadonga, en Gijón.
El encuentro comenzó con la bendición de la escultura de la Santina que se encuentra en la entrada principal del Club, y tuvo también un momento de recuerdo especial para los socios fallecidos y las víctimas de la Dana ante el busto de Jesús Revuelta, expresidente de la entidad, donde se rezó una oración y donde el Orfeón del Grupo entonó el Himno a la Virgen de Covadonga. El Arzobispo de Oviedo firmó también en el Libro de Honor, donde dejó escrito: «Hay demasiada soledad que nos deja a la intemperie de nuestros temores. Por eso resulta un regalo y una bendición que haya instituciones y lugares en donde se haga posible el encuentro, el compartir fraterno de la alegría y la esperanza. Es una espléndida realidad este Real Grupo de Cultura Covadonga, como una realidad puntera en el deporte, el tiempo libre y la amistad cristiana. Mi enhorabuena y mi bendición».
Para finalizar, Mons. Sanz realizó un amplio recorrido por todas las instalaciones del Grupo, acompañado por miembros de la directiva y también de la asociación de veteranos del club y destacó su sorpresa al conocer un espacio «precioso y ambicioso», como es el Grupo de Cultura Covadonga, que «hay que verlo para realmente ser consciente de su magnitud» y que «tiene como objetivo, no solo generar élites de deportistas, sino que este espacio cultural y deportivo ayuda también a crecer como personas que cuidan el cuerpo por fuera y también por dentro».