«Madre de la Unidad». Octavo día de la Novena a Nuestra Señora de Covadonga 2023

Publicado el 07/09/2023
Share on FacebookTweet about this on TwitterEmail this to someonePin on PinterestPrint this page
«Madre de la Unidad». Octavo día de la Novena a Nuestra Señora de Covadonga 2023

«Madre de la Unidad» era el lema pensado para el octavo día de la Novena a Nuestra Señora de Covadonga que se celebró este miércoles, 6 de septiembre, en la Basílica del Santuario. El Arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz Montes, presidió como durante todo el novenario la eucaristía, y en esta ocasión fue el sacerdote D. Marcos Cuervo Martínez, de la UP de San Martín-Nalón, el encargado de pronunciar la homilía.

Como ha venido siendo tónica habitual en estos días, la Basílica estaba completamente llena de visitantes, en este caso se mencionó la presencia del Seminario Diocesano de Monte Corbán de Santander, parroquias de las zonas de las Peñamelleras, de Oviedo, Posada de Llanes, Gijón, Candamo, San Martín del Rey Aurelio, Cangas de Onís o Pola de Lena, entre otras. Acudieron asociaciones como la Sociedad de San Vicente de Paúl de Oviedo, y las religiosas Esclavas del Corazón Inmaculado de María, con quien el Abad de Covadonga tuvo un gesto cariñoso recordando la importancia que tuvieron años atrás en el Santuario. Además, como los días anteriores, también fue notable la presencia de cofradías y hermandades como la de los Estudiantes, de Oviedo, también de Oviedo la Hermandad de Jesús Cautivo y Nuestra Señora de la Merced y la Real Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y de la Santa VeraCruz de Sabugo de Avilés.

En su homilía, haciendo alusión al lema del día D. Marcos Cuervo explicó a los presentes que «a lo largo de los años se ha ido incrementando ese número de parroquias que dejan de llamarse como tales y que empiezan a llamarse Unidades Pastorales. No pierden nada las parroquias, como sabéis, sino que dentro del andar de la Iglesia y especialmente de nuestra Iglesia de Asturias, la unidad es el signo que nos marca este andar común, este andar celebrativo muchas veces, este andar pastoral. Sin embargo, nos suena como algo nuevo, moderno, algo que es el ser de la Iglesia: la unidad. Y María, que es Madre de la Unidad, es porque la unidad es un deseo de Dios».

«Fijaros si es importante la Unidad en la Iglesia -afirmó–, que los padres conciliares de Nicea, en el año 325, definen el ser de Dios. Y dicen: Dios, unidad sin confusión, distinción sin separación. La Iglesia, los creyentes, tenemos que estar unidos, en la diversidad de dones, de carismas, de ministerios, de ideas incluso, de formas de ver también la realidad de la Iglesia, del día a día de nuestra sociedad. Pero participando unas de otras, en comunión. De hecho, no se puede dar comunión en la Iglesia si no hay unión. Pero también en nuestra vida personal tantas veces tenemos desunión. En el día a día también tenemos que dejarnos tocar por Dios que nos quiere unidos».

«María siempre busca la unidad –dijo–. Busca que vayamos al encuentro: al encuentro de su Hijo, al encuentro de los hermanos. Madres y padres lo sabéis bien: cuando los hermanos no se hablan, falta la alegría. Y en la Iglesia, igual, porque en la Iglesia somos familia».