La ciudad de Bata (Guinea Ecuatorial) sufrió el pasado 7 de marzo en uno de sus barrios una grave explosión, cuya onda expansiva arrasó con todo ser vivo y edificación a su paso, en un radio de siete kilómetros. Con centenares de muertos y heridos y numerosas familias sin hogar, el hermano de La Salle Santiago Vicente Carro, actualmente en la comunidad de Gijón, se encuentra promoviendo ayuda desde la ONG de la congregación
¿Qué relación tiene personalmente con Guinea Ecuatorial?
He vivido durante 25 años allí, principalmente trabajando en un internado mixto formando a maestros de Infantil y de Primaria. Les ofrecíamos una formación integral, con muchísimas actividades. Estaban con nosotros 3 años, y una de las características que quiero resaltar es que estos chicos y chicas que ahora están dando clase no vienen a Europa, sino que se quedan allí. Con esto no quiero decir que no hay que atender a los que vienen en patera, sino que creo que la pobreza hay que atenderla en sus causas, sobre todo en el origen. Además, allí hay muchos problemas de salud: hemos tenido paludismos cerebrales, cólera, enfermedades de los ojos, etc. Sin embargo, personalmente, los años que he pasado allí, han sido los mejores de mi vida y no los cambiaría por nada.
¿Qué se sabe de las causas de la explosión y sus consecuencias?
Según las noticias, el 7 de marzo, alguien que estaba preparando la finca para la agricultura encendió un fuego. Este fuego llegó a un polvorín militar (que se encontraba irresponsablemente demasiado cerca). Y arrasó un barrio entero. Las imágenes que he podido ver son espeluznantes, quedó destruido. Al menos hay doscientos muertos y centenares de casas destruidas. La onda expansiva llegó hasta un radio de siete kilómetros y arrasó con todo. Conozco gente que ha perdido hasta a siete miembros de su familia. Además de militares muertos, también hubo muchas personas del arrabal, gente que había abandonado el campo y se iba a vivir a la ciudad.
¿Cómo están las cosas ahora, que ya ha pasado más de un mes?
Los africanos son personas muy solidarias y han acogido a los que han quedado sin hogar, en las casas que aún están en pie. Los colegios han vuelto a comenzar, ha empezado también la reconstrucción de los edificios. En este momento sé que hay ya treinta y cinco casas reconstruidas.
En Guinea Ecuatorial, el petróleo es una de sus grandes riquezas, pero hay grandes diferencias sociales, y la gente de clase baja está sufriendo una pobreza espantosa.
¿Cuál es la labor de los hermanos de La Salle en el país?
Guinea Ecuatorial fue colonia española y es el único país del África negra en el que se habla español. Por lo tanto, las clases que impartimos son en español. En el país hay mucha gente que ha tenido salir huyendo de la actual dictadura, por lo que en España viven miles de guineanos.
Respecto a la labor de los hermanos de La Salle, en primer lugar citaría un centro de Formación Profesional donde se imparte carpintería, administración, electricidad, etc. Al lado de este centro hay un colegio de Infantil y Primaria, en uno de los barrios más pobres de Guinea. Y por último un colegio de Bachillerato que tiene tres líneas donde las clases tienen como mínimo 40 alumnos para arriba, y es que hay muchos jóvenes, en África en general.
¿Cómo se puede ayudar a las personas de Bata, a través de su congregación?
En primer lugar, deben saber que hay una ONG de los hermanos de La Salle que se llama “Proyde” (Progreso y Desarrollo). Se ha abierto una cuenta especial en Madrid para este proyecto de reconstruir las casas. Y a pesar de lo que estamos sufriendo también aquí, yo me atrevo a pedir ayuda para los que están allí. Porque allí, además de la COVID tienen los paludismos, tripanosomiasis, cólera y, sobre todo, la pobreza. Esta cuenta que se ha abierto es un dinero que sabemos que les llega.
La manera más fácil sería o acudir a la parroquia Juan XXIII de Viesques (Gijón) o a Cáritas, también de Gijón, donde me conocen y tienen el contacto de la ONG. Es un dinero, recuerdo, que irá destinado a la reconstrucción de las casas destruidas en la explosión.