“En la esencia de la facultad está el ser diócesis y nos hemos sumado a todas las celebraciones, intentando trasladar a los alumnos la importancia de Covadonga, de este Año Jubilar y el significado de la coronación”, así resume José Ramón Castañón, responsable de la Pastoral de la Facultad Padre Ossó, el sentido de las iniciativas que durante todo el curso han implicado a los alumnos en el jubileo de la Santina.
De este modo, a lo largo de estos meses se han realizados distintas actividades, todas ellas pensadas para lograr animar a los estudiantes a involucrarse y llegar a ellos desde propuestas que fuesen de su interés. Ellos mismos fueron los que decoraron la facultad con manualidades que mostraban distintas visiones de la Santina y que explicaban la historia de Covadonga, para darla a conocer a sus compañeros. También se llevó a cabo un concurso de relatos en el que los participantes narraban su propia experiencia en Covadonga, se organizó una convivencia en el Santuario con un grupo de retiro y se participó en la JRJ que tuvo lugar el pasado mes de abril.
“De esta experiencia venían sorprendidos”, explica José Ramón Castañón, “te cuentan que ‘nos esperábamos que pudiera ser rollo, pero ¡vaya guay!’, como ellos se expresan, por toda la gente con la que se encontraron y lo bien organizado que estaba”.
Esta misma semana, coincidiendo con el final de las clases y el inicio de los exámenes, tuvo lugar el colofón de todo el programa de actividades con la peregrinación a Covadonga que congregó a 150 jóvenes. “Estaban emocionados y sirvió para descubrir, o redescubrir, muchas cosas, que Covadonga es algo diferente, que la coronación significó que decidimos María era la reina, la maestra, la guía de nuestro pueblo. Algunos te contaban que hacía mucho que sus padres no les traían, otros que era la primera vez que rezaban en muchos años… Y ese día juntos hicieron una oración a su manera y tenían curiosidad por saber qué es una coronación o por qué se ponían velas. Lo viven con mucha naturalidad y frescura. Era emocionante ver allí a todos los chavales tan recogidos y felices y con ganas de repetir algo así”.
Se pretende, además, que experiencias como estas les sirvan tanto en el terreno personal como en el profesional: cuando sean ellos quienes se deban encargar de organizar este tipo de actividades, poner en marcha una fiesta de pastoral y ofrecer dinámicas que interesen a, por ejemplo, sus futuros alumnos en el caso de los estudiantes de Educación. “Son recursos pedagógicos que podrán utilizar llegado el momento y que cuando trabajen con niños puedan ayudarles a descubrir algo diferente y enseñarles el cariño por Covadonga, no solo históricamente sino también religiosamente”.
Toda la programación de este curso de la Pastoral de la Facultad Padre Ossó ha sido fiel reflejo del espíritu que se quiere impulsar desde el departamento. “Es un pastoral diferente, se hace desde el lenguaje de hoy de los jóvenes para llegar a ellos. Muy cercana, muy social y muy vital para que puedan descubrir su fe desde las situaciones y momentos cotidianos y vayan demandando más cosas”, explica su responsable, “les falta una base religiosa, que muchas veces han perdido, y entonces se les va despertando la curiosidad. En esta escuela damos una educación integral, de valores, de compromiso social. Es un semillero de educadores diferentes que nos hacen falta.”
Una labor que da sus frutos y que se comprueba en muchos de los ex alumnos, “en ocasiones me encuentro con alguno que pasaba más de estas cosas y te cuenta que es profesor de Religión o catequista y te preguntas, ¿qué hemos hecho bien?”, comenta entre risas José Ramón. “A la larga descubren y agradecen esos valores que hemos intentado inculcarles, te dan las gracias porque consideran que les hemos enseñado