El pasado día 24 de febrero se inauguraban en la UP de Pravia una serie de Charlas Cuaresmales en las que se trataba de responder a cuestiones como ¿Qué papel juega el arte en la fe? ¿Qué mensaje bíblico esconden Narnia y otras obras literarias? o por ejemplo, ¿Cómo nos puede ayudar internet a rezar?. Eran inauguradas por el Vicario General de la diócesis, Jorge Juan Fernández Sangrador, la siguiente corrió a cargo del arqueólogo Juan Ramón Muñiz, quien habló sobre «Los supuestos restos arqueológicos de Cristo en la prensa» (en la foto), y este sábado, 11 de marzo, en el salón de usos múltiples de la Biblioteca Antón de la Braña, de Pravia, a las 12 h tendrá lugar la charla «Las Crónicas de Narnia y demás literatura cristiana de trinchera», a cargo del profesor de la Universidad de Oviedo Pedro Fortuny Ayuso. Hemos hablado con él sobre su intervención:
¿A qué se refiere con «literatura cristiana de trinchera»?
En realidad, el título lo sugirió el párroco de Pravia, Gaspar Muñiz, y supongo que él tenía la idea de que los escritores a los que me voy a referir, que pertenecen a principios y mediados del siglo XX en Inglaterra, son personas que intentan evangelizar desde un lugar donde lo ordinario es ser esencialmente ateo. Aunque Inglaterra fuera teóricamente un país anglicano, lo que había allí, si se lee por ejemplo a James Joyce, o Virginia Woolf, es ateísmo puro y duro y el nacimiento, vamos a decirlo explícitamente, de la literatura pornográfica moderna. Aunque sea buena literatura, que no estoy diciendo que como literatura sea mala.
Estos escritores, que al fin y al cabo son herederos de la conversión de Newman, son gente que descubre que en el catolicismo está realmente la respuesta a la existencia humana, y tratan de reflejarlo en su literatura. aquí incluyo a una persona muy singular que es Tolkien, católico de nacimiento, que explícitamente dice que él no quiere hacer una alegoría en su obra El Señor de los Anillos.
Yo creo que esa era la idea del párroco de Pravia al ponerle este título a la charla: estamos hablando de una situación en la que el mundo está yéndose al garete, en torno a la Primera Guerra Mundial, y en los felices años 20, donde nadie cree en nada, y Alemania se hunde en el caos económico y político; al poco, llega la Segunda Guerra Mundial. Estos autores ingleses, probablemente por la conversión de Newman, intentan dar una respuesta a este problema más allá de la desesperación que muestra la otra literatura.
Las crónicas de Narnia son una colección de siete novelas, que al igual que sucede con los otros autores, esconden mensajes bíblicos y de ello habló abiertamente su autor, C.S. Lewis. ¿Qué podemos decir sobre esto?
Desde que empezó a escribirlas, C.S. Lewis dice que Narnia es una alegoría del cristianismo. Cualquiera que lea uno o dos de los libros descubrirá que la persona más importante de la novela es un león, que se llama Aslam, y que no es más que un reflejo, una alegoría, de Jesucristo. Es una persona (porque es una persona, no un animal) que transmite un mensaje que es de misericordia, un mensaje de que lo real, lo verdaderamente importante no es lo que tocamos, aunque no lo toquemos. Yo creo que ese es el mensaje: el Padre existe, el Padre es misericordioso, y lo verdaderamente importante no es lo que vemos. Yo resumiría así el mensaje de las crónicas de Narnia y creo no estar muy equivocado.
Son obras que a pesar de los años, siguen dando qué hablar: se hacen con ellos películas, series, tienen legiones de fans. ¿Por qué resultan tan atractivos?
Es que también es importante saber que tanto Lewis como Tolkien son verdaderamente expertos en mitología y en lo que hoy llamaríamos cuentos de hadas. Pero expertos radicales. Poca gente ha habido en la historia que sepa tanto sobre los mitos nórdicos, los mitos germánicos, los mitos griegos y claro, cuando realmente sabes, también sabes cómo contarlo y lo sabes contar en un lenguaje moderno, que es lo que hacen ambos, de una manera muy distinta. Lewis hace muchas referencias al mundo contemporáneo, al suyo, pero precisamente porque es un gran literato y un experto y eso trasciende el tiempo. Esos datos los cuenta porque enriquecen la narración pero desde el punto de vista contextual son irrelevantes: puedes poner esos u otros. Mientras que Tolkien lo que hace es una narración mitológica extraordinaria con un tipo de lenguaje que, siendo épico, es muy moderno. Yo creo que esa sería la respuesta. Que son ambos expertos en el tipo de literatura que narran y que ambos son además grandes literatos.
Si tuviera que recomendarnos algunas obras para esta Cuaresma de esa literatura de trinchera, ¿cuáles serían?
Bueno, pueden leerse en cualquier tiempo realmente. Para adolescentes o incluso más jóvenes, las Crónicas de Narnia son una introducción espectacular, y también El Señor de los Anillos, más que el Hobbit, que por decirlo de alguna manera fue un entretenimiento de Tolkien mientras que El Señor de los Anillos fue una obra profesional, por así decir. Esta última, eso sí, para más mayores. Las Crónicas de Narnia, a un adolescente no le va a decir mucho pero los padres podrían leerlos para saber lo que sus hijos más pequeños pueden leer. De Chesterton, cualquier novela del Padre Brown u Ortodoxia estarían bien, son ejemplos claros del mensaje cristiano en el mundo contemporáneo, pero a mí hay un autor que me interesa mucho, y es Evelyn Waugh, que tiene una novela universitaria, Retorno a Brideshead, y una trilogía, que se llama la trilogía de La espada del honor, que son tres novelas novelas explícitas sobre la Gracia, que fueron un gran éxito literaria en Inglaterra en su época, independientemente de que el tema subyacente fuera la acción de la gracia en las personas.