Este año la Misa Joven cumple su primera década. Diez años desde que un grupo de chicos y chicas vinculadas a algunas parroquias del centro de Oviedo imaginaran una eucaristía para jóvenes de toda la diócesis. En aquel momento, el Delegado de Pastoral Vocacional era el sacerdote Jorge Cabal, hoy arcipreste de Villaviciosa, y tras varias consultas se eligió el Seminario como sede de esta iniciativa, y se fijaron los terceros domingos de cada mes, a las siete de la tarde, como el momento para llevarla a cabo. Desde entonces, la Misa Joven no ha faltado a su cita mensual en la capilla mayor en el Prado Picón, juntándose en ocasiones hasta un centenar de jóvenes de toda Asturias (Oviedo, Gijón, Mieres, Avilés…) o incluso más, cuando la Misa Joven organiza alguna actividad especial.
Jóvenes de entonces que hoy, algunos, siguen acudiendo, acompañados de sus recién formadas familias, o se encuentran en el Seminario discerniendo lo que quizá vislumbraron ayudados por esta iniciativa. Muchos persisten desde sus comienzos; otros se han ido acoplando a lo largo de los años. Lo cierto es que no se recuerdan iniciativas similares recientemente. Existían y existen eucaristías para jóvenes en parroquias, movimientos y grupos religiosos, pero ninguna a nivel diocesano como tal, aglutinando a todos los jóvenes, independientemente de su lugar de origen o pertenencia.
“El objetivo de la Misa Joven –explica Diego Macías, Delegado episcopal de Pastoral Juvenil y Vocacional– es ser un lugar de encuentro y celebración de la fe con los jóvenes de toda la diócesis. Llegan de distintos puntos de Asturias, en coche o en tren, y vienen movidos por sus catequistas o educadores, que les proponen participar. Hay grupos de confirmación, por ejemplo, que tienen asimilada la Misa Joven como una actividad más”.
Una vez allí se reúnen, celebran la eucaristía con un ritmo especial, una misa enfocada para ser vivida en clave vocacional y alegre.
Para su correcto funcionamiento durante todos estos años, la organización ha jugado un papel fundamental. Misa Joven cuenta con una serie de voluntarios que se distribuyen las tareas en tres equipos: Liturgia, Coro y Difusión.
“La Liturgia está muy cuidada en la Misa Joven –reconoce Diego Macías–. El equipo responsable elabora el guión, diseña una presentación en power point que se mostrará durante la celebración, y cada mes un grupo diferente de jóvenes participantes será quien lleve el peso, haciendo las lecturas, etc. Todo eso es ensayado al menos una hora antes, porque así nos aseguramos de que todo esté bajo control”. Paula Tomás, enfermera, 29 años, es miembro del equipo de Liturgia. Ella fue uno de aquellos jóvenes que comenzó hace diez años con la Misa Joven, desde la parroquia de San Francisco de Asís, y aún hoy sigue al pie del cañón, “contenta y satisfecha porque el hecho de que acuda tanta gente significa que el trabajo que se ha estado haciendo durante todo este tiempo ha sido para bien, y yo me alegro mucho de haber podido colaborar y ayudar”.
El equipo responsable del Coro elabora a principio de curso el repertorio para todo el año “de tal manera que no haya nada improvisado”, reconoce el Delegado de Pastoral Vocacional y Juvenil, y además “ensayan con los voluntarios, y realizan la animación de la eucaristía, de una manera muy amena”.
Redes sociales y Youtube
El equipo de difusión, liderado desde este año por Yolanda Álvarez, tiene como objetivo dar a conocer las fechas de cada celebración, así como todas las iniciativas que se llevan a cabo, vinculadas a la Misa Joven. Con motivo de la celebración de su primera década de vida, se han planteado algunas actividades nuevas. “En principio no tenemos previsto celebrar un gran evento puntual, sino que nuestra idea es celebrar el décimo aniversario de Misa Joven a través de pequeñas actividades y gestos durante todo el año. De esta manera, tenemos previsto realizar vídeos en Youtube recordando un poco estos diez años, invitar a sacerdotes que hayan participado en Misa Joven a celebrar la Eucaristía, así como grupos o movimientos que tuvieron una gran implicación en su momento que participen y compartan experiencias –afirma– no podemos olvidar que Misa Joven ha llegado a estos diez años gracias a la colaboración de mucha gente que está o ha estado implicada. Además, también tenemos pensado actualizar la imagen”.
Entre las principales novedades que esperan para esta nueva década que comienza, se encuentra la creación del canal de Youtube “no sólo para la celebración del aniversario, sino también para poder llegar a más gente a través de estos canales de comunicación”, explica Yolanda. “Si queremos que Misa Joven sea un punto donde los jóvenes puedan celebrar su fe, tenemos que darnos a conocer y llegar a ellos, por eso, hoy en día Youtube es la mejor plataforma, así como Instagram. Queremos realizar vídeos juveniles y modernos para divulgar lo que es Misa Joven y todo lo que implica: el coro, una escuela de oración, explicación de la liturgia, etc.” Se trata de un “proyecto ambicioso”, tal y como describe la propia Yolanda, porque “implica desarrollar una estrategia de comunicación para lograr un posicionamiento de Misa Joven en las redes sociales, la creación de contenidos de interés y, por supuesto, la participación de jóvenes dispuestos a participar en los vídeos”, y es que se han marcado como objetivo “que Misa Joven sea un punto de difusión de nuestra fe, y utilizar estas herramientas como la web o las redes sociales para promocionar la realidad de los jóvenes en la Iglesia asturiana”.
A lo largo de estos diez años, Misa Joven también ha evolucionado hacia diferentes actividades vinculadas con ella, que van más allá de los muros del Seminario. Una de las iniciativas que se desarrollaron fue la del destinatario de la colecta de la misa. “Cada año nos unimos a un proyecto misionero –explica Diego Macías–. Este año es el del misionero Ignacio María Doñoro, que ha construido el Hogar Nazaret en Perú para niños de la calle, mientras que, por ejemplo el año pasado nos centramos en ayudar a la Casa de Acogida de Madres Gestantes de Gijón”. Otros ejemplos serían en Cuaresma, cuando Misa Joven saca en procesión la Cruz de los Jóvenes hasta la Catedral, y también a final de curso se hace una celebración especial, como la del año pasado, que se desarrolló en Valdediós con las Carmelitas Samaritanas, sin olvidar la visita de Televisión Española, que retransmitió hace dos años una Misa Joven en el Seminario, dentro de la programación religiosa de la cadena, con motivo de la festividad de San José.
También ha habido evolución entre los miembros de Misa Joven a lo largo de estos diez años. Se trata de una actividad promovida por Pastoral Vocacional, y entre algunos de los jóvenes que comenzaron a participar hay hoy religiosas, jóvenes seminaristas, y también se originaron noviazgos que culminaron en matrimonios, una “realidad preciosa –destaca Diego Macías– el hecho de que este encuentro de jóvenes pueda propiciar noviazgos y matrimonios, y que las distintas vocaciones se vayan desarrollando en la Iglesia”.
Una iniciativa que el Señor sostiene con su gracia
La Misa Joven comenzó con mucha ilusión, una ilusión que se captaba en el corazón de muchos que deseaban tener un lugar y una celebración en la que, de forma serena y gozosa, se pudiera celebrar la fe, en un marco como es el Seminario, donde en la pastoral vocacional de entonces procurábamos que los jóvenes fueran también cuestionados con esta sugerente pregunta del Señor, que siempre nos está haciendo: “¿Estamos dispuestos a seguirle?” Porque al fin y al cabo la Misa Joven nació en ese contexto de la propuesta de la Delegación de Pastoral Vocacional, para sugerir a nuestros jóvenes la pregunta por la vocación al a vida cristiana, a las distintas misiones que el Señor nos encomienda.
Es una gran alegría ver cómo esta iniciativa ha permanecido durante todo este tiempo, ojalá siga mucho más. Pero diez años ya hablan de que se ha querido cuidar la iniciativa y de que ha sido valiosa durante todo este tiempo, porque ha ayudado a encontrarse con el Señor y a tener presente las vocaciones, y por eso, me siento muy agradecido a Dios porque lo haya sostenido, y también a las personas que durante estos años la han podido llevar adelante. En realidad, lo importante es lo que Dios sugiere en el corazón de sus hijos, más importante incluso que nosotros, que ponemos nuestro granito de arena, pero es el Señor el que llama, el que convoca, el que sugiere y el que da alegría al seguirle. Todas estas iniciativas que perduran en el tiempo son una señal de que el Señor está ahí sosteniendo con su gracia.
Jorge Cabal, sacerdote iniciador de Misa Joven Asturias