“La Iglesia promueve la paz y la armonía en Nigeria, a pesar de las persecuciones”

Publicado el 21/06/2024
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“La Iglesia promueve la paz y la armonía en Nigeria, a pesar de las persecuciones”

El sacerdote nigeriano Patrick Akpabio se encuentra estudiando en España gracias a una beca ofrecida por la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada. Nigeria es uno de los países más peligrosos para los cristianos, que sufren persecución, secuestros y asesinatos a causa de grupos terroristas como Boko Haram o el Estado Islámico de África Occidental, calificado por los Obispos nigerianos como más peligroso y cruel que el primero. En esta entrevista nos desgrana su situación.

¿Cómo nos describiría la vida diaria de los cristianos en su país, Nigeria?
Nigeria es un país muy grande, tiene una población de más de 200 millones de habitantes y es una tierra conocida por su hospitalidad, por su buena cultura y riquezas naturales. Pero se ha convertido en una tierra en que se derrama la sangre. La fe de los cristianos está amenazada por una espiral de martirio. Hay mucha inseguridad y asesinatos, secuestros, robos, proliferación de sectas y grupos armados. Hay también un creciente tráfico de órganos y desplazamientos forzosos de personas. Y uno de los fenómenos que afecta enormemente a la Iglesia es el brutal asesinato y secuestro de los sacerdotes.
Las consecuencias son traumáticas, con la dispersión del Pueblo de Dios, por el cual muchas personas han tenido que huir.
Es algo muy doloroso. Con la creciente persecución, los sacerdotes viven en peligro, porque no tienen inmunidad ante posibles ataques y secuestros. Cada sacerdote es un objetivo atractivo para los terroristas. Es un momento muy preocupante para nosotros.

Desplazados en Nigeria. Foto: Ayuda a la Iglesia Necesitada

Cuesta mucho imaginarse la vida entre tanto sufrimiento y tanto miedo. Sin embargo, a pesar de esta situación tan terrible que nos describe, nos encontramos con que Nigeria es uno de los países con mayor número de vocaciones. De hecho, algún seminario del país se encuentra entre los más poblados del mundo, con más de 900 seminaristas. ¿Cómo se explica esto?
Sí, en Nigeria, a pesar de la persecución que vivimos, Dios nos ha bendecido con muchas vocaciones de seminaristas y sacerdotes. Es un momento para dar testimonio en medio de la persecución, del martirio y del secuestro, para seguir siendo fieles a Dios y no fallarle.
Nuestros seminarios siguen creciendo en medio de todo este sufrimiento. Tenemos muchos chicos que responden a la llamada del Señor para seguirle. Y los sacerdotes siguen también sirviendo a Dios con mucho ánimo y esperanza. Vivimos en el tiempo de las Bienaventuranzas, porque el coraje de los sacerdotes en este tiempo fortalece en esperanza al Pueblo de Dios. Creo que esta situación es también una llamada a todo el mundo para que sea consciente de nuestra situación, y también se decida a seguir al Señor.

En Nigeria se han vivido casos en los que una parroquia entera repleta de gente celebrando su fe ha sido atacada. Comunidades cristianas enteras masacradas por el ataque yihadista. ¿Cómo vivir esa realidad con esperanza?
La situación para los cristianos en Nigeria es muy difícil. En la diócesis de Owo, las vidas de cuatro cristianos fueron segadas por el ataque de terroristas en la iglesia, dejando también ochenta personas heridas durante la celebración de la misa en el día de Pentecostés del año 2022. En diciembre del año pasado, trescientos cristianos fueron asesinados en diferentes poblaciones de la diócesis de Pankshin. Eran personas que se habían levantado por la mañana, se habían bañado y habían ido a la iglesia para dar gracias a Dios, y ¿qué pasó con ellos? Fueron asesinados. Por eso, es muy difícil hoy ser un cristiano en Nigeria, o ser sacerdote o seminarista.
Pero este tiempo también es un tiempo para responder a la llamada de Dios, cuando Jesús nos dijo: “El que quiera venir a mí tiene que llevar su cruz cada día, y que me siga”. Es el momento de llevar nuestra cruz, que es el secuestro, los ataques que experimentamos cada día y seguir a Jesús. Porque como he dicho, nuestra esperanza está en las Bienaventuranzas que el Señor nos enseña cada día: “Bienaventurados los que son perseguidos por mi causa, porque el Reino de Dios es para ellos”.
Vivimos con esa esperanza. Y por eso nuestra alegría como sacerdotes, como cristianos es en la alegría de las bienaventuranzas.

Obispo en Nigeria visita víctimas de ataques yihadistas. Fotografía: Ayuda a la Iglesia Necesitada

La Iglesia católica en Nigeria, además, acompaña a las víctimas y pone en marcha centros de ayuda para los supervivientes y desplazados ante las persecuciones y los ataques de los terroristas islámicos. ¿Cómo es esta labor?
Sí. A pesar del dolor y del sufrimiento, la Iglesia ha de seguir predicando y enseñando a la gente valores de paz, de vida comunitaria, promoviendo el perdón, la armonía, la unidad, la justicia y la protección de los vulnerables.
Hay que reconocer que en el ambiente en el que vivimos, tan duro, es muy difícil predicar el Evangelio, predicar que hay que amar a nuestros enemigos, como Jesús nos enseña, y rezar por los que nos persiguen. Estamos hablando de gente que asesina, que secuestra. Con una mente sana, humanamente es muy difícil rezar por ellos, pero es nuestra obligación, es la llamada de los cristianos. La Iglesia sigue haciendo lo que es bueno según la voluntad del Señor.
En mi país la Iglesia construye centros para desplazados forzosos por los ataques del yihadismo. La Iglesia los apoya espiritual y moralmente. Por ejemplo, en mi diócesis hay tanta gente que llega a la zona que mi Obispo sigue construyendo centros de rehabilitación para los traumatizados.
La Iglesia es pobre económicamente y los vulnerables son más que los ricos para sostener todo esto, por eso yo estoy muy agradecido a Ayuda a la Iglesia Necesitada por el apoyo económico para sostener los proyectos que tenemos en Nigeria y también para la formación de los seminaristas y el sostenimiento de los sacerdotes.
No tenemos muchos apoyos en mi país para sostener a todas esas personas que huyen cada día para buscar seguridad y esperanza, por eso agradecemos profundamente toda la ayuda.