Este próximo martes, 3 de junio, la parroquia de Santo Tomás de Cantorbery, en Avilés, conmemorará un acontecimiento de gran relevancia espiritual e histórica: se cumplen 70 años de la llegada del Lignum Crucis a este templo del barrio de Sabugo. Esta valiosa reliquia ha sido custodiada durante siete décadas por la Real Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y de la Santa Vera Cruz, y con este motivo, ese mismo día tendrá lugar una celebración eucarística a las 19,30 h, y el Arzobispo Mons. Jesús Sanz ha instituido ese día indulgencia parcial para todo aquel que visite la parroquia y rece en ella, según las condiciones acostumbradas por la Iglesia.
Celebración de la llegada del Lignum Crucis a Santo Tomás, en 1955
La actual Hermana Mayor de la Cofradía, María Belén Fernández Miranda, explica que la reliquia es un «framento del Lignum Crucis venerado y conservado en el Monasterio de Santo Toribio de Liébana y trasladado hasta Avilés en el año 1955″. «Fueron los fundadores de la cofradía –afirma– encabezados por su primer Hermano Mayor, José Ramón Arias Rodríguez del Valle, quienes trajeron la reliquia a la villa, efectuándose su solemne recepción en la iglesia nueva de Sabugo el 3 de junio de 1955».
El Lignum Crucis de Santo Tomás está expuesto de forma permanente en el templo desde el 14 de septiembre de 2017, en una cuidada hornacina junto al altar de la Capilla de la Virgen de la Soledad, protegida con cristales blindados como medida de prevención. Puede verse durante el horario de apertura del templo, siendo muy visitada también por peregrinos del Camino de Santiago al acudir a sellar su Compostela.
Son tres los días en el año donde se venera la reliquia de forma más especial en la iglesia: el 3 de junio, aniversario de su llegada; el 14 de septiembre, fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz y el Viernes Santo, cuando, al caer la noche, tiene lugar la procesión de la Soledad, en la que la reliquia recorre las calles de la ciudad.