Desde hace unos meses, el sacerdote Jaime Sanz Santacruz, párroco de la UP de la Sagrada Familia y la Natividad, es el Delegado episcopal de Pastoral Universitaria. Así nos relata la actividad que ha llevado a cabo hasta ahora en esta delegación, y los planes de futuro.
¿Cuál es su labor como Delegado de Pastoral Universitaria?
Pues el Delegado de Pastoral Universitaria la verdad es que lo que tiene que hacer es «delegar» la Pastoral Universitaria. Parece broma, pero es importante. Porque no se trata de que yo organice o que desde la Delegación organicemos cosas, sino se trata de mover a los jóvenes para que sean ellos los que organicen las cosas. Y así estamos haciendo. La verdad es que llevamos poco tiempo porque el nombramiento creo que fue hace dos o tres meses, pero ya tenemos mucha actividad. Tenemos ya nuestra propia página web que es www.pastoraluniversitariadeasturias.org. Tenemos también ya una asociación universitaria que se llama Asociación Universitaria Carlo Acutis, que ya hemos inscrito y que hemos registrado los estatutos para poder pedir subvenciones, para hacer actividades en la universidad, etc. Y luego hemos organizado diversos planes. Ha habido, por ejemplo, un retiro en Covadonga para universitarios, hemos celebrado también una misa todos los meses, el último jueves de mes a las 20 en la iglesia de San Tirso junto a la Catedral, a la que cada vez viene más gente y la verdad es que está muy bien. verdad es que cada vez viene más gente. Por ejemplo, un grupo de universitarios estuvo hace poco un fin de semana en Panes con don Steven, que es un gran impulsor también y colaborador de la pastoral universitaria, pues unos veintitantos estaban allí. O sea que tenemos mucha actividad. Pero en fin, nosotros lo que queremos es difundir todas las actividades que los universitarios sean capaces de hacer y ayudarles en lo que podamos.
El inconveniente es que la Universidad está bastante descentralizada, con campus en diferentes localidades y eso no deja de ser un reto.
Bueno, es un reto pero eso sucede en muchas universidades, que tienen diversos campus, y ahora vendrán dos universidades privadas más, la Europea y la Nebrija, en Avilés y en Gijón, que quieren instalarse el año que viene, pues mejor que mejor, bienvenidas sean.
La idea es que los universitarios que están allí vayan haciendo cosas y nosotros desde la delegación diocesana iremos intentando ayudarles en lo que podamos con los párrocos que están allí, con los sacerdotes que nos ayuden y que colaboran con nosotros. Esa es un poco la idea. Y la dispersión creo que es muy buena porque en el fondo es como atomizar, es decir, sembrar a boleo. Es decir, que cada uno en su facultad, en la universidad en la que estudia, en la clase en la que está, puede organizar un montón de cosas. Por ejemplo, unos chicos de la Facultad de Filosofía y Letras querían organizar, ya para este año no da tiempo, tendrá que ser para el siguiente, la exposición sobre la Sábana Santa y traer incluso una gran maqueta a tamaño real y por eso hemos hecho la Asociación, para poder pedir la sala de la Facultad de Filosofía en el Milán. Iremos haciendo cosas, pero la verdad es que la gente está muy inquieta, con muchas ganas de hacer cosas y con una cantidad de ideas impresionantes.
Hablando de inquietudes y de ideas, la delegación de Pastoral Universitaria trata fundamentalmente con jóvenes que pertenecen a la llamada «Generación Z», jóvenes que han nacido con el móvil en la mano, nativos digitales, muy cerca de los «Millennial», nacidos entre los años 90 y principios del 2000. Entre estos últimos, hay una serie de jóvenes de diversas partes del mundo camino de los altares. El más conocido es Carlo Acutis, que usted lo conoce bien porque además es en la parroquia de la Sagrada Familia donde está su reliquia, y además va a ser canonizado este mismo mes. Pero luego hay Siervos de Dios también, como está Pierangelo Capuzzimati, el joven cristiano paquistaní Akash Bashir o la hermana Clare. Es decir, hay muchos jóvenes fallecidos hace poco tiempo cuya vida puede servir de ejemplo para los jóvenes de hoy. ¿Estamos hablando de una nueva generación de santos?
Totalmente. Y hay otro italiano que se llama Pier Giorgio Frassati, que es universitario, quizá menos conocido porque Carlo Acutis ha obnubilado a todos y ha centrado toda la atención de la gente, porque le tienen muchísima devoción. De hecho, a venerar la reliquia que se encuentra en mi parroquia, la Sagrada Familia, viene gente de Bilbao, de Santander, de Valladolid, de Madrid. Vienen a rezar ante su reliquia y hemos puesto un libro de firmas y vamos a tener que cambiarlo ya porque está lleno. La gente escribe allí su testimonio, le tienen mucha devoción.
Sí, yo creo que hay toda una generación de santos totalmente nueva. De hecho, a mí me entrevistaron hace unos meses en televisión y la presentadora decía: «bueno, estos jóvenes que se han apartado de Dios», y yo tuve que decirle «yo no estoy nada de acuerdo, esta generación, la conocida como Generación Z, no solamente no se ha apartado de Dios de sino que tiene una sed y una inquietud por buscar y encontrar a Dios, increíble».
El problema es la generación anterior, o sea la mía, que es una generación que sí que se apartó de Dios y que muestra mucho desinterés, pero en cambio la Generación Z de estos jóvenes digitales, aunque tienen muchos problemas, tienen una sed y un deseo de encontrar la verdad increíbles. Se nota en la gente. En cuanto le hablas de Dios, te dicen «dime más cosas, háblame, cuéntame». Porque tienen un gran deseo y a la vez un gran desconocimiento. Esa es nuestra tarea, el darles a conocer a Jesucristo y llevarles a través de esos ejemplos de los santos a la vida cristiana.