En el año 2012, alrededor de la preparación para la Jornada Mundial de la Juventud nació un nuevo movimiento dentro de la Iglesia, Hakuna, en el que la adoración al Santísimo como centro y la expresión de la fe a través de la música eran sus señas de identidad. A lo largo de los años este carisma no ha dejado de crecer convirtiéndose en el pila de la fe de personas de todas las edades desde niños hasta universitarios, pasando por jóvenes profesionales y adultos o familias ya que también en muchas ocasiones se involucran también los padres de los jóvenes que participan al comprobar lo que Hakuna significa para sus hijos. Asturias tiene también su propio grupo que cada lunes se reúne en la parroquia del Corazón de María de Oviedo para la Hora Santa (a las 20.45 h.), precedida siempre de una charla sobre los temas más diversos. «Hemos venido a decir que Cristo no está lejos, que yo puedo ir a una iglesia a la Hora Santa y allí nos encontramos con él», explicar Miguel Goñi, coordinador de Hakuna en la diócesis, «nuestro estilo de vida es completamente eucarístico y por eso nuestro centros son las horas santas donde nos postramos ante Cristo para recibir lo que nos va a dar que es su vida, nosotros solo tenemos que abrir nuestro corazón y dejar qué Cristo vivo entre».
La música es muy importante en Hakuna y quizás uno de los elementos que más les ha dado a conocer por lograr hablar de Dios y de la fe con un estilo actual y pegadizo que pueden llegar a conocer incluso aquellos más alejados de la Iglesia. Pero estas canciones llevan detrás una vivencia profunda de oración: «Por lo que se conoce mucho a Hakuna es por la música y cuando nos reunimos todos en comunión ante el Santísimo, vivimos lo que cantamos y cantamos lo que vivimos: que queremos estar todos unidos ante nuestro centro que es Cristo», relata Toni Martínez, uno de «pringados», como se conoce a los miembros de Hakuna, del grupo de la diócesis, «para que salga una canción…¡cuánto se reza!, ¡cuánto se trabaja! Cuando uno quiere componer una canción sobre la fe si se pone con sus propias fuerzas no sale nada, las mejores canciones han surgido ante el Santísimo».
Hakuna ha sido clave en su fe personal sobre todo en un momento de cambio, como cuenta Miguel: «Me he formado en un ámbito católico, pero cuando vas a la universidad tienes que empezar a hacer las cosas por ti mismo porque se entiende que eres ya una persona adulta y de lo que hagas o no va a depender tu vida. Entrar en Hakuna me hizo ver que la fe está viva , que tenemos que vivirla juntos y que yo puedo quedar con mis amigos en la Hora Santa, rezar e ir luego a tomar unas cervezas o ir de fiesta. Mejoró mi realidad y mi relación con Dios porque si le veo no como un límite, sino que me va a dar la plenitud que todo el mundo desea ya no quieres separarte Cristo».
Una manera de vivir la fe en la que todo el mundo «sea del movimiento que sea es bienvenido» y que quieren hacer llegar «a todo el que no conoce a Cristo, como instrumento que somos de la Iglesia». Y siempre con la alegría característica que transmiten sus miembros y sus encuentros, y que hace que mucha gente que se acerca ellos piense que «quieren también vivirlo porque la alegría se contagia, siempre vamos haciendo ruido», explica Toni que anima a todos lo que quieran animarse a participar en Hakuna a que lo haga sin reservas, «en la web de Hakuna pueden encontrar el contacto y que escriban sin miedo porque se recibe a todo el mundo, mucha gente le da vergüenza aparecer sola, pero no hay por qué, uno entra en la familia nada más llegar».