Desde hace más de veinte años nuestra diócesis ha estado trabajando en las Unidades Pastorales (UP), que nacieron, en un principio, orientadas hacia al mundo rural, viendo una serie de necesidades y nuevos retos de evangelización que se comenzaban a presentar. Hoy, ya asentadas las UP en los pueblos de la región, la operación empieza a ponerse en marcha en las zonas urbanas, acelerándose especialmente en este curso, en Gijón.
Una UP es “una agrupación estable de bautizados que, viviendo en una o varias parroquias limítrofes, forman una comunidad cristiana que celebra su fe y organiza su actividad apostólica y misionera con la participación corresponsable de los seglares, religiosos y el sacerdote o equipo sacerdotal a quien el Obispo ha encomendado para llevar adelante, en comunión, la misión de evangelización”, explica el sacerdote Jorge Cabal, Vicario episcopal de Gijón-Oriente y párroco de San Lorenzo, en la ciudad.
En su origen, nacieron como un “instrumento para evangelizar en el mundo rural asturiano ante el aumento de parroquias atendidas por un único sacerdote”, reconoce Cabal, proceso que tenía lugar junto con el crecimiento de la despoblación de los pueblos. A pesar de estas realidades que condicionaban el día a día de las parroquias, siempre se ha querido recalcar que las UP no son una “solución de emergencia” ante estas circunstancias, sino que hoy en día suponen “una manera concreta de entender la evangelización, que es la vida y la misión fundamental de la Iglesia”, tal y como recalca el párroco de San Lorenzo. Por ello, se considera a las UP como la herramienta que puede permitir que, también en las zonas urbanas de Asturias, pueda llevarse a cabo una labor evangelizadora “más eficaz”, y se pueda así “llegar mejor a la gente, aunando fuerzas e iniciativas conjuntas”.
En Gijón, tanto los sacerdotes como los miembros del Consejo Pastoral Arciprestal, llevan meses trabajando en este proceso de instauración de las UP. Son varios pasos los que han ido dando, y se espera que, a finales de curso, pueda estar diseñado un mapa de la configuración del arciprestazgo en UP.
Se trata de un proceso minucioso, en el que se ha comenzado estudiando el documento, elaborado por la diócesis, titulado “Las Unidades Pastorales urbanas”, junto al publicado este verano por la Congregación para el Clero de la Santa Sede “La conversión pastoral de la comunidad parroquial al servicio de la misión evangelizadora de la Iglesia”, documentos ambos perfectamente complementarios, una “grata sorpresa”, puesto que el documento de la diócesis es anterior al de la Santa Sede, “así podemos comprobar que los pasos que se están dando, están en perfecta sintonía con lo que indica la Santa Sede, el Papa, para estos tiempos”, explica el Vicario de la zona.
Tras el estudio de ambos documentos, se pasó al momento de la valoración y las aportaciones de los sacerdotes y del Consejo Pastoral Arciprestal, y en estos momentos, se está trabajando en las propuestas de las diversas UP que formarían el arciprestazgo.
¿Con qué criterios se forma una UP?
Para el Vicario de Gijón-Oriente, hay cuatro criterios a tener en cuenta a la hora de organizar una serie de parroquias en UP. “En primer lugar, el criterio de cercanía geográfica o del movimiento natural de la gente”, dice, “porque lo que se pretende con las UP es que trabajen juntas aquellas parroquias que son vecinas, y es importante conocer también hacia dónde se mueven las personas para que el cambio no suponga un trastorno, y se encuentren cómodas en el movimiento que se les está pidiendo”. Otro criterio es el criterio de “los recursos humanos”, es decir, “saber con qué sacerdotes contamos, con qué religiosos y laicos que trabajen en la UP de manera comprometida y responsable”. El tercero es un criterio pastoral, ya que “se pretende optimizar iniciativas y servicios, como la catequesis, los horarios de las celebraciones, Cáritas, la formación cristiana”, y otro tipo de actividades que habitualmente se llevan a cabo en las parroquias. Finalmente, es importante también el cuarto criterio, de los “recursos materiales”, o cómo podemos “optimizar los templos para que presten un mejor servicio, así como los espacios que tenemos en las parroquias, para que puedan cumplir mejor su servicio a la evangelización”.
Una labor que quedará, si todo sale según lo previsto, lista para ser propuesta a finales de curso. En el momento en que esta nueva organización parroquial en UP esté presentada, el siguiente paso será el de constituir los Consejos Pastorales de cada UP, que estarán compuestos por sacerdotes, religiosos –si los hubiera en el territorio– y laicos, que son quienes irán dando vida a la UP de la que forman parte.
“Las parroquias no se van a cerrar”, destaca el párroco de San Lorenzo. “Es comprensible –reconoce– que surjan muchas preguntas ante esta nueva propuesta de la diócesis, pero haremos todos los esfuerzos para ir explicando de manera sencilla en qué consisten las UP, y qué implicarán en la vida de nuestras comunidades”, y que básicamente consistirá en “llevar a cabo una actividad conjunta entre las parroquias de la UP que permita unificar criterios, servicios y medios para que la acción evangelizadora de las parroquias que forman esa unidad sea más eficaz y significativa”.