El sábado, 30 de septiembre, fue publicada en el diario La Nueva España una entrevista al Arzobispo de Oviedo, en la que habló principalmente sobre el problema del proceso de secesión de Cataluña. En ella, afirmaba entre otras cosas que «Defender la secesión con mentiras, insidias, corrupción y violencia es inmoral y es pecado». Miembro de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española, ha formado parte del equipo de redacción de la última nota que ha publicado la institución sobre este tema, y afirma que «hacer un comunicado breve, que no pase de la cara de un folio, en el que tienes que tener en cuenta a los destinatarios de allí y de las otras regiones de España, donde tengas en cuenta los comunicados anteriores de los obispos, alguna referencia a un Papa reciente que ha hablado sobre la cuestión… Cuando tienes que tener en cuenta tantos factores puede salirte una nota que, siendo correcta e incluyente, termina por no entenderse. Cuando he escuchado y leído comentarios acerca de nuestra nota me parecían injustos, porque todos los temas están ahí. Pero se ha dicho de una manera tan quintaesenciada y tan neutral, que al final no ha convencido, no digo que a nadie, pero no ha ayudado a tantas personas».
Además, ha recordado que «la doctrina social de la Iglesia recoge el compromiso de construir, con todo el respeto, una sociedad desde una perspectiva cristiana», y que la Iglesia católica no tiene una nación, «sino que tiene como patria el mundo entero, y no tiene fronteras».