La Hermandad de Jesús Nazareno de Villaviciosa fue la anfitriona de la jornada
Cerca de una veintena de cofradías de Semana Santa llegadas de Avilés, Gijón, Oviedo, Candás, Luarca y Villaviciosa, que sumaban más de cien cofrades, se reunieron este pasado fin de semana en esta última localidad para celebrar el XVII Encuentro de Cofradías Diocesanas Asturianas que se convoca desde la Delegación diocesana de Piedad Popular y que en esta ocasión tuvo como anfitriona a la Cofradía de Jesús Nazareno de la villa. Una jornada que, además de para fomentar la convivencia entre los cofrades que en ella participan, sirve también para acercarse a las diferentes tradiciones de vivir la Semana Santa. Este año en un lugar como Villaviciosa con tanta historia en este sentido.
El día comenzó en la iglesia de Santa María de la Oliva, precisamente el templo que vio nacer a la cofradía organizadora del encuentro, en la que el párroco de Villaviciosa, Gonzalo Suárez, animó a todos los presentes a continuar con su labor cofrade, aunque a veces el compromiso pueda generar cansancio o la responsabilidad pese: “estamos aquí para estimularnos y para decirnos unos a otros que merece la pena y así vamos a celebrarlo desde la oración, la convivencia y la fraternidad”, afirmó. Y todo ello, siempre, teniendo como ejemplo a “María junto a la Cruz” que nunca desfalleció.
Tras esa primera acogida la siguiente parada del día era el Ayuntamiento donde los cofrades fueron recibidos por el alcalde, Alejandro Vega. En el salón de plenos relató anécdotas y datos significativos de la historia de la localidad, de sus personalidades relevantes y explicó que la bandera de Villaviciosa tiene como fondo el color púrpura nazareno demostrando que “la cultura nazarena está muy enraízada en Villaviciosa”. La foto de familia a las puertas del ayuntamiento reunió a todos los cofrades para dirigirse al convento de la Purísima Concepción de las hermanas clarisas, que se encuentra celebrando el 325 aniversario de su fundación, y asistir a la conferencia del archivero de la Catedral, Agustín Hevia Ballina.
Antes de su intervención, el hermano mayor de la cofradía del Nazareno, Nicolás Rodríguez, animó a la madre abadesa a decir unas palabras. Esta agradeció la presencia de los cofrades en el convento recordando que ellas también lo son y por tanto “somos hermanos”. Explicó que la comunidad desde su clausura y “la fe en la oración, tienen como misión presentar a Dios vuestras necesidades, penas y alegrías. No somos ajenas al mundo, somos muy cercanas y muy conscientes”, para finalizar con un deseo: “Rezad un poquito por la comunidad”.
Cofradías, piedad y caridad
Llegó entonces el turno de la conferencia y formación del encuentro. Agustín Hevia centró su charla en explicar la razón de ser de las cofradías, desde el significado mismo de la palabra por su etimología: compañía, confraternización, fraternidad; hasta su relación con aquellas primeras fraternidades de la Iglesia que dan una idea de cómo serían más adelante las cofradías que conocemos. En este sentido relató la importancia que desde el inicio tuvieron por ejemplo los sufragios a los difuntos que se afrontaban en comunidad, la necesidad que sentían los fieles de fortalecer su fe, razón por la que fundaban cofradías y extraña era la iglesia que no tuviera más de una, la vinculación de los hermanos entre sí o la importancia de los libros en las cofradías que a día de hoy nos acercan a la historia de muchos lugares.
“Las cofradías se fundamentan en la superación de la individualidad y el acercamiento a la colectividad y a la participación”, explicó, “los hermanos nunca están solos si no en la relación con los otros”. En este sentido, resaltó también la proyección pastoral de las cofradías: “Pensad que estáis haciendo Iglesia, donde dos o más se reúnen en nombre de Jesús estamos haciendo comunidad. Estáis comprometidos en una labor muy fuerte de hacer Iglesia y esta se beneficia de este aspecto confraternal que con tanta intensidad vosotros cultiváis”.
El día no podía finalizar sin la celebración de la misa, pero antes hubo tiempo para visitar el Museo de la Semana Santa de Villaviciosa, situado al lado de la parroquia, en el que se ha hecho un gran trabajo y muy cuidado para darle contenido con paneles explicativos que muestran perfectamente cómo se vive la Semana Santa en la villa, desde la tradición y hoy en día, y reunir los pasos que procesionan que pueden contemplarse muy de cerca con todos sus detalles.
Tras la visita, la parroquia de Santa María fue el punto de encuentro para los cofrades en la que se contó con el acompañamiento musical del coro Capilla de la Torre de Villaviciosa. En la homilía el párroco, Gonzalo Suárez, recordó se debe “exteriorizar la fe con coherencia, apoyándonos, remando juntos, preguntándonos a dónde vamos y de quién nos guiamos. Debemos vivir con fe, esperanza y caridad”. La celebración finalizó con una ofrenda floral a la Virgen del Portal.