Este miércoles, 16 de octubre, tenía lugar en la sede de la Delegación episcopal de Misiones, en Oviedo, la presentación ante los medios de comunicación de la Campaña del Domund 2024, en esta ocasión con el lema «Id e invitad a todos al banquete».
La Jornada Mundial de las Misiones se celebrará este domingo, 20 de octubre, y en ella la Iglesia reza unida por las misiones y los misioneros, y realiza una colecta para cooperar con esta causa, con el objetivo de sostener su labor en los territorios de misión.
La presentación fue introducida por el Delegado episcopal de Misiones, el sacerdote Pedro Tardón, quien recordó fundamentalmente que Asturias cuenta con 112 misioneros repartidos por el mundo, mayormente mujeres y con una edad elevada. Asturias es siempre un territorio «solidario con las misiones», destacó, y «recauda siempre una importante cantidad para colaborar con las mismas, como el año pasado, en que la cifra ascendió a 268.780 euros». Una cantidad que oscila de un año para otro, porque, entre otras partidas, en ocasiones se reciben herencias que específicamente están destinadas a las Obras Misionales Pontificias.
Junto con el Delegado Episcopal de Misiones se encontraba el misionero, natural de Badajoz, Serafín Suárez, quien regresó recientemente a España tras treinta años en Zimbabue. En su intervención quiso recalcar que «el dinero que la gente aporta para el Domund llega a las misiones», y que gracias a ello, «durante mis treinta años de estancia en África pude levantar cuatro clínicas, cuatro escuelas secundarias, pozos para agua potable y, entre otras muchas acciones, gracias al coche de la misión, innumerables enfermos de nuestras misiones pudieron llegar al hospital más cercano a su vivienda, que se encontraba a cientos de kilómetros». Señaló también la importancia de seguir trabajando por la misión y llevar la Palabra de Dios a todos los lugares del mundo, porque, refiriéndose al lema de este año, afirmó que «desgraciadamente, faltan muchas personas que puedan sentarse en la mesa del banquete».
En esta ocasión, además, en la presentación de la Campaña del Domund de este año participaron los seminaristas Edgar Perales y Rafael García, quienes compartieron su experiencia en la misión, este verano, en México, concretamente en la diócesis de Tlapa, Estado de Guerrero, «uno de los más pobres del país», destacaron. Acudieron con dos compañeros más del Seminario y el Arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz, en un viaje para conocer la realidad de la zona y valorar una posible apertura de misión diocesana, opción que ha de ponderarse con otras ofertas más que hay encima del tapete, todas ellas en Hispanoamérica. «Nuestra labor allí se centró fundamentalmente en dar catequesis a varios grupos de personas que se estaban preparando para recibir los Sacramentos», explicó Rafael García. «Nos encontramos con personas que tenían una gran sed de Dios, que estaban muy agradecidos por nuestra presencia, por el hecho de que les acercásemos a Jesucristo y yo personalmente estoy también agradecido porque siento que recibí mucho más de lo que di», explicó el seminarista, natural de Oviedo.
Edgar se refirió a la experiencia en México como «brutal, muy grande, a lo largo de un mes que dio para mucho». Y destacó que su impresión en la misión es que «la Iglesia se preocupa de las personas de una manera integral. Principalmente de acercarles a Jesucristo, pero también están con ellos en sus problemas cotidianos, más o menos importantes, desde su salud o la educación hasta sus necesidades más sencillas como los cortes de luz». «La Iglesia es una Iglesia joven que evangeliza al hombre de hoy –afirmó–, y lo hace teniendo en cuenta todas sus dimensiones».