Día del Seminario 2025: «Sembradores de Esperanza»

Publicado el 14/03/2025
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Día del Seminario 2025: «Sembradores de Esperanza»

«Sembradores de Esperanza» es el lema del Día del Seminario que este año celebramos el domingo, 16 de marzo, como siempre en torno a la fiesta de San José, patrono de los seminaristas. Estos días la Iglesia pone el foco en estos jóvenes que se encuentran formándose y discerniendo su propia vocación al sacerdocio, que les lleve a ser auténticos «sembradores de esperanza» allí donde estén.

En España hay 82 seminarios, reunidos en 57 comunidades formativas, en los que viven y estudian 1.036 seminaristas, de los cuales más de una treintena se encuentran en el Seminario de Oviedo. En él viven actualmente 16 seminaristas contando el diácono. De ellos, 7 son diocesanos, 5 son nicaragüenses y tres son de Cantabria, porque nuestra diócesis cuenta, desde hace un tiempo, con un convenio de colaboración con la diócesis de Santander para cuestiones de tipo académico y formativo. Además, en nuestra diócesis está el Seminario diocesano misionero Redemptoris Mater, en Meres, que cuenta con 12 seminaristas que también se forman en el edificio del Prado Picón, y tres seminaristas más, de la asociación Lumen Dei. Por otro lado, hay ocho seminaristas que están haciendo el propedéutico, el curso introductorio, en el Seminario Monte Corbán (Santander). De ellos, cinco pertenecen a nuestra diócesis.

Cartel de la Campaña del Seminario de este año

Tal variedad de procedencias y de edades –el más joven de todos ellos tiene 20 años y el más mayor, 46–, hace que sea imposible trazar un perfil general para aquellos que ingresan en el Seminario con la inquietud y la vocación a flor de piel. Lo corrobora el Vicerrector del Seminario Metropolitano, el sacerdote Juan Ignacio García Iglesias: «No hay perfil –afirma–. Hay una pluralidad enorme y es que que hay que darse cuenta de que la Iglesia siempre es reflejo de la sociedad en la que vivimos. Vivimos en un mundo totalmente plural, en una España totalmente plural, y lo que hay en los Seminarios es una realidad muy plural:  distintas procedencias, distintos caminos por los que llegaron cada uno de los seminaristas e incluso otras nacionalidades: en resumen, lo que tenemos en la sociedad actual».

Su vida en el Seminario está reglada por un horario en el que el estudio y la oración se llevan la mayor parte del tiempo. «Nos levantamos hacia las siete y media de la mañaña –explica el Vicerrector–. A las ocho estamos en la capilla y comenzamos con la oración. Rezamos laudes –cuenta– y tenemos media hora de oración personal. Después desayunamos y a las 9,20 h comienzan las clases. Hay clase hasta las 13,20 h y después algún día hay ensayo de música antes de la comida y otros días se aprovecha para hacer un poco de limpieza y tiempo libre. A las 14,15 h comemos, y a ello le sigue un tiempo de recreo y de silencio para descansar, hacer deporte etc. hasta las 16 h. A partir de ese momento comienza la jornada de estudio personal, hasta las 20,15 h en que celebramos la eucaristía.  Cenamos a las 9.00 y después de la cena, hay también algún momento para compartir en comunidad, ver los telediarios y estar juntos hasta la hora de retirarse, que suele ser en torno a las 23 h».

Los fines de semana también están repletos de actividad, reservada para la vivencia fuera del Seminario. Los sábados por la mañana, en concreto, es el momento de la pastoral social, los seminaristas se reparten entre voluntariados de Cáritas con personas con dependencias como el CEA o el Albergue La Santina, también la Cocina Económica o la Casa Sacerdotal, donde acompañan a los sacerdotes más ancianos. Los domingos acuden a parroquias de toda la diócesis, donde ayudan en Catequesis, Liturgia y otras necesidades.

Excursión de la comunidad del Seminario el curso pasado

«El Seminario es un lugar donde no se deja de aprender cosas y la sorpresa es, por tanto, algo casi cotidiano. A través de la oración, Dios no deja nunca de sorprendernos», explica Jonathan Hergueta. Este joven de treinta años y de cuarto curso del Seminario, se encontraba en Asturias trabajando como Asesor fiscal cuando sintió que Dios le llamaba al sacerdocio. «Se nos facilita mucho el discernimiento y con todas las dimensiones que abarca el Seminario, es algo muy especial como también lo es vivirlo, no de manera individual, sino con el resto de compañeros», afirma, agradecido por todas las oportunidades que le ofrece, también con la pastoral social –en su caso en el proyecto La Santina, en Gijón, con personas dependientes del alcohol–, y en la parroquia de Noreña los domingos. «Allí, en la parroquia, tanto los mayores como los más pequeños están felices de tener la presencia de un seminarista –afirma Jonathan–, sobre todo para poder conocer qué es un seminarista, porque muchas veces existe este desconocimiento en la sociedad, así como también sobre es el seminario. Tener esta cercanía con el pueblo de Dios es una oportunidad para que nos puedan conocer un poco mejor».

Elmer Enrique Ceaz tiene 23 años y procede de Nicaragua. Se encuentra cursando el tercer curso en el Seminario y procede de Nicaragua, de donde llegó el pasado año. «Siento la llamada desde muy niño –afirma. Siempre me llamó la atención la figura del sacerdote, aunque tuve un tiempo en que estuve un poco más alejado de la Iglesia, pero cuando regresé y volví a ver a un sacerdote celebrar la eucaristía, me llamó tanto la atención su entrega, que volvió a salir esa llamada que tenía desde pequeño. Al terminar mis estudios de Bachiller, me di la oportunidad de profundizar en la oración y tratar de averiguar qué quería Dios de mí con esta llamada. Me sentía muy amado por Dios y decidí ingresar en el Seminario». Su experiencia en España está siendo muy satisfactoria «me dieron la oportunidad de venir a España, al Seminario de Oviedo y aquí me he sentido muy bien, he sentido la cercanía de los sacerdotes, de mis hermanos y esto ha sido de gran ayuda para mi crecimiento tanto espiritual como humano y pastoral».

La comunidad del Seminario celebrará, en el día de San José, 19 de marzo, el Rito de Admisión a Sagradas Órdenes de Mario José Yépez Miranda, en la Capilla Mayor, a las 20 h. Este año, además, en la festividad de Pentecostés, está prevista la ordenación diaconal de seis seminaristas, y la ordenación presbiteral de cuatro diáconos.