Catequesis en una Unidad Pastoral, una experiencia «muy enriquecedora»

Publicado el 31/01/2025
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Catequesis en una Unidad Pastoral, una experiencia «muy enriquecedora»

¿Cómo se organiza la Catequesis en una Unidad Pastoral? Seguramente de manera diferente al resto. Cada una de las 128 Unidades Pastorales que hay en la diócesis actuarán probablemente de forma única, en función del número de personas que tengan que atender, el número de parroquias de las que estén compuestas, sus características geográficas y otros muchos condicionantes.

La Unidad Pastoral de Luarca está compuesta por seis parroquias, con cabecera en la propia Luarca. Con ella, están las parroquias de Barcia, La Figal, La Montaña, Otur y Santiago. Este año, por vez primera, a los tres años de preparación para la Primera Comunión, le siguen otros tres para la Confirmación, y es que, con la experiencia, fueron observando que si dejaban un tiempo «en blanco» entre ambos sacramentos, después a los niños les costaba reengancharse y cada vez acudían menos para prepararse para la Confirmación. Así lo explica Sol Alonso Buenaposada de Aspiunza, catequista desde los 15 años, quien reconoce que le «encantan» los niños, y «hablarles de Jesús». «Para mí es un honor ser catequista –afirma– y estoy muy agradecida de que el Señor me haya llamado a ello».

En el caso de esta Unidad Pastoral, la catequesis se imparte en dos sedes, una en la cabecera, Luarca, y otra en Otur. También los horarios  son diferentes. En Luarca es entre semana y en Otur, en fin de semana. «De esa manera, las familias pueden elegir a dónde llevar a los niños, en función de sus necesidades», explica Sol. Una propuesta muy acertada que los padres acogen agradecidos. «Así, escogen lo que les vaya mejor, Otur o Luarca». Esto hace que en cada una de las dos sedes haya niños mezclados, de cualquiera de las parroquias que forman la Unidad Pastoral. Además, se da la particularidad también de que los niños pueden acudir a misa a sus parroquias, no necesariamente a la que acuden para la Catequesis.

También se organizan actividades para todos los niños en conjunto. «Tenemos celebraciones penitenciales, un Víacrucis de niños en Semana Santa; una convivencia en Belén de la Montaña que se organiza siempre a principios o finales de curso y a la que se apuntan todos encantados de la vida y también, para que las familias vean cómo van madurando en la fe, a lo largo de los tres años de preparación para la Primera Comunión hacemos lo que llamamos las «Entregas», que son una celebración amena en la que participan las familias y en la que se les va a haciendo entrega, según el momento en el que se encuentran, por ejemplo, una cruz, porque han aprendido que es la señal de los cristianos y ellos lo son; o el Padre Nuestro, el Credo, un Rosario, la Palabra, la luz… en cada una de ellas les explicamos qué significan esos símbolos y ellos los entienden perfectamente», explica Sol.

Además de los niños y adolescentes, la Unidad Pastoral cuenta también con un grupo de catecumenado de adultos que se preparan para recibir alguno de los sacramentos de la iniciación cristiana, principalmente la Confirmación. Su catequista es Carmen González, profesora jubilada, con gran experiencia en la catequesis de niños, jóvenes y adultos, que explica orgullosa que llevan teniendo un buen grupo de adultos desde hace algún tiempo. El año pasado fueron 25; este año, 16 y uno de ellos, será bautizado. Una actividad «muy gratificante, porque están expectantes, deseando oír todo lo que les vas a decir y lo reciben con gran alegría», afirma.

«Siempre que compartes con alguien, recibes mucho y te enriqueces porque son cosas diferentes a lo que tú puedes aportar», explica Carmen sobre la labor de la Catequesis en una Unidad Pastoral. Para ella se trata de una gran ventaja, y a ello se le suma que los niños «de diferentes pueblos se conocen y comparten, no están siempre con los mismos».