El próximo 13 de marzo se cumplirán 950 años del momento histórico de la apertura del Arca Santa que se venera en la Cámara Santa de la Catedral de Oviedo. Tras su apertura y posterior inventario, la historia de la ciudad y del templo nunca volvió a ser el mismo, convirtiéndose en uno de los mayores relicarios de la cristiandad, gracias a lo cual recibió el nombre de Sancta Ovetensis.
Con este motivo, este viernes, 7 de marzo, tenía lugar en el Archivo Capitular de la Catedral un encuentro con los medios de comunicación en el que se mostró el documento del siglo XIII que describe el momento de la apertura y que se conserva en ese mismo Archivo, y se explicaron las circunstancias históricas que rodearon el magno acontecimiento. El acto estuvo presidido por el Canónigo Archivero de la Catedral, Juan José Tuñón Escalada, por la Directora del Museo de la Iglesia, Otilia Requejo y por el profesor de la Universidad de Oviedo, Miguel Calleja. Hablamos con Juan José Tuñón:
¿Cómo es que conocemos la fecha de algo que sucedió hace tantos siglos?
Precisamente porque tenemos un documento que nos transmite el momento en el que, como motivo de la visita del rey Alfonso VI, acompañado de su hermana Urraca, él era rey de León, acuden a Oviedo y solicitan que se abra el Arca. Después, se levantó un acta de la cual tenemos un pergamino que nos da noticia de ese acto que se celebró.
Explicación del Arca Santa por Otilia Requejo
Según cuentan las crónicas, la tradición, el hecho de que llegara hasta nuestra tierra el Arca Santa fue toda una odisea.
Así es, hay diferentes versiones sobre cómo llega el Arca hasta Asturias. Ciertamente sabemos que llega en la época de Alfonso II, que es un Arca que contiene unas reliquias, se habla de su procedencia de Toledo e incluso tenemos también referencias que dicen de que procedía de Jerusalén. Algunas tradiciones afirman incluso que el Arca fue hecho por los propios Apóstoles en Jerusalén. Pero lo importante es que ese Arca contenía unas reliquias y que esas reliquias pasaron a constituir el tesoro de la Iglesia de Oviedo, de la Catedral, y que fueron tan importantes esas reliquias y tuvieron tanta trascendencia que a la Iglesia de Oviedo se conoció desde entonces y se la conoce desde hace muchos siglos como la Sancta Ovetensis por el tesoro de esas reliquias que vinieron en el Arca Santa.
Háblenos del documento que se conserva en el archivo histórico de la Catedral y que relata el momento de la apertura del Arca Santa que justamente estamos conmemorando.
Se trata de un pergamino del siglo XIII, en excelente estado de conservación, que recoge cómo el 13 de marzo del año 1075, Alfonso VI, acompañado de su hermana Urraca, señora de Zamora, como sabemos, él es rey de León, vienen desde Galicia y desean contemplar y venerar y ver también las reliquias que se conserva en esa Arca que desde los tiempos del rey Alfonso II se guardaba como un gran tesoro. Un tesoro por sus reliquias, obviamente, un arca de madera que se manda a abrir. Al día siguiente el monarca hace donación del Concejo de Langreo a la Iglesia de Oviedo para que esas rentas sirvan para mantener el culto y el lugar de devoción que es la Cámara Santa donde se veneran tan preciadas reliquias. De todo eso el documento deja constancia. Constancia de quiénes asistieron, de cómo se prepararon para ello puesto que además estamos en el mes de marzo, estamos en Cuaresma, había un ritual para realmente prepararse para algo tan importante. Algo tan importante además porque sobre ello giraban leyendas en el sentido de que nunca se había abierto el Arca y quienes lo habían intentado habían quedado ciegos por la luz que de allí salía y además el documento recoge los asistentes y luego también la donación. Es un documento muy interesante.
Acta de la apertura del Arca Santa, del siglo XIII
Es curioso pensar en ese ritual y esa manera de prepararse porque no fue un momento espontáneo sino algo muy premeditado, a la vista también de las personalidades que estaban presentes.
Así es, no estamos ante, podríamos decir, un «interés» como podríamos tener hoy, no fue tanto «curiosidad», incluso casi me atrevería a decir «turística», de ver algo, sino que ellos son conscientes de que se tratan de unas reliquias de algo muy preciado desde el punto de vista religioso y se preparan espiritualmente, como pedimos a los peregrinos también hoy que cuando acuden a la Cámara Santa no sólo vayan a ver sino que vayan realmente con una actitud bueno religiosa, espiritual para sentir que están en un espacio con una significación sagrada, religiosa que busca evidentemente acercarnos sin duda ninguna a Cristo.
En el documento se recogen algunas personas que estuvieron presentes en este momento tan especial, algunas de ellas nos suenan.
Sí, como venimos diciendo estaban presentes el rey Alfonso, doña Urraca, donde también aparece su firma y luego entre ellos también los diferentes testigos y entre ellos figura un Rodrigo Díaz. Evidentemente, sin duda ninguna se trataría de Rodrigo Díaz que llamamos el Cid, una figura que como sabemos muy bien tenía muchos vínculos con Asturias y estaba muy unido a la figura del monarca Alfonso VI.
¿Cómo cambia para la historia de la Catedral y de nuestra región asturiana este momento de la apertura del Arca Santa?
En principio creo que todas esas leyendas que envuelven esta historia ponen de manifiesto la importancia que tuvo el propio momento, pero lo que sí es claro es que a partir de la visita del monarca y de este acto de veneración y la donación que hace, podríamos decir que adquiere una mayor repercusión social en la época, mayor trascendencia, de manera que a partir de ese momento podríamos decir que hay, no sólo una mayor difusión, sino también un respaldo real que se va a materializar en que el monarca y los sucesivos monarcas van a ir potenciando el camino de peregrinación, los hospitales, la vigilancia del camino, los puentes, todo lo que favorecía la visita a la Sancta Ovetensis.