Escribe Luis Manuel Alonso González, hermano mayor de la Cofradía del Santo Entierro
La celebración de un cumpleaños, un año más de vida y experiencia que la Divina Providencia concede a la biografía personal, es un motivo que llena de alegría y es celebrado por quien lo protagoniza, sus familiares y allegados. Cuando ese “cumpleaños” es de una institución y hace el número veinticinco adquiere una repercusión singular para los que formamos parte de ella y todos los que colaboran, asisten y participan de las actividades que se desarrollan. Pues en esa feliz situación se encuentra la Real y Trinitaria Archicofradía del Santo Entierro y Nuestra Señora de los Dolores en su Inmaculada Concepción con sede en la parroquia de San Isidoro el Real de Oviedo; en la celebración del XXV aniversario de su refundación, acaecida un 6 de noviembre de 1995.
Para rememorar dicha fecha como se merece, el Sr. Arzobispo ha concedido la celebración de un Año de Gracia, que se extiende desde el 6 de noviembre del presente año al 6 de noviembre de 2020 (fecha exacta de la primera reunión de esta nueva andadura). Un tiempo de gracia y para dar gracias a Dios por la historia acontecida, para revisar la vida y pedir perdón por los pecados cometidos y revitalizar las iniciativas e ilusiones para continuar, con ardor renovado, la tarea de la evangelización a la que constantemente somos llamados. Y todo ello con la mirada puesta en la Santísima Virgen María en la advocación de los Dolores, como refleja el lema de este tiempo jubilar: “XXV años bajo tu amparo”.
Un Año de Gracia en el que podremos, cofrades y devotos, obtener la gracia de la Indulgencia Plenaria, con las condiciones que establece la Iglesia, participando de los actos litúrgicos en los días señalados, visitando la bendita imagen de Nuestra Señora de los Dolores en su camarín de San Isidoro el Real y orando ante Ella con el credo y el padrenuestro. Y teniendo siempre presente el compromiso con la caridad que nunca puede faltar en una cofradía que se precie como tal, porque como cristianos no podemos separar nuestra mirada hacia Dios de la mirada hacia el hermano y, en especial, si se encuentra en situación de necesidad. A este año estamos en nombre de la cofradía cordialmente invitados. Las puertas de nuestra casa de San Isidoro están abiertas para recibirnos con los brazos abiertos, todos seremos bienvenidos.