La primera catequesis de la Jornada Regional de Jóvenes en Covadonga con motivo del Año Jubilar corrió a cargo del delegado de Pastoral Juvenil de la diócesis de Lugo, José Antonio Adrio. Un sacerdote de 41 años que quiso relatar a los asistentes, en la parroquia de Santa María, de Cangas de Onís, su propia experiencia personal, desde que, a los 24 años, descubrió la fe y dejó atrás un estilo de vida que no le hacía feliz.
“Yo era de esas personas socialmente desagradables. Vivía la vida loca, la fiesta, buscando la felicidad, y a los 24 años tuve una experiencia por la cual conocí a Cristo y me enamoró”, les dijo.
Ante más de 400 jóvenes asistentes a la JRJ procedentes de las diócesis de Santander, Oviedo, León y Astorga, José Antonio Adrio quiso comenzar aseverándoles: “Si vives en serio esta JRJ, te prometo que tu vida cambiará”.
Durante una hora, les explicó, basándose su propia experiencia, que debían saber que “alguien te quiere tal y como eres y hagas lo que hagas. Ellos son Jesús y la Virgen”.
“No sé cuáles son los motivos por los que has venido”, les dijo a los jóvenes, “pero las cosas no pasan porque sí”.
“¿Qué es lo que te hace feliz? –les preguntó– ¿Por qué te fijas en los Instagram de los demás y piensas que son todos muy felices menos tú? ¿Por qué tienes que tomarte cinco copas para hablar con una chica? ¿Por qué tienes que vivir así? ¿por qué no puedes ser tú mismo?¿Qué te falta?”
Y a continuación les dijo: “Te están enseñando una felicidad que es mentira, que te destroza la vida. Te dicen que vales tanto, según cómo vistas, la pasta que tengas y lo molón que seas cuando sales de fiesta. Necesitáis, chavales, que os quieran como sois, y lo más cercano a este amor de Dios es la Iglesia, porque vuestro cura sabe cómo sois, os confesáis con él, sois sinceros con él. ¿A qué amiga le dices lo que piensas sinceramente?”.
“Solamente el amor te hace feliz, pero no el que te enseña el mundo, el mundo te enseña a utilizar a la gente. ¿Chicas os suena esta frase: si me quisieras de verdad, harías… Si yo te importara de verdad, harías… Eso no es amor de verdad, sino manipulación. El amor de verdad es “lo que tú quieras”. El mundo os muestra algo que no os hace feliz”, les dijo el sacerdote gallego.
En el transcurso de la catequesis, el Delegado de Pastoral Juvenil de la diócesis de Lugo contó a los asistentes a la JRJ su experiencia en el instituto, en el que “como todos los chicos”, buscaba la felicidad, y pensaba que “estaba en salir casi a diario, beber y tomar sustancias que creía que me ayudaban a ser feliz. Vivía esperando a que llegara el jueves. Salía el jueves, el viernes, el sábado y el domingo, depresión. Así, estaba así 4 días amargado y 3 días feliz, bebiendo, escuchando música y fumando tonterías”.
“En realidad, solamente cumpliendo lo que la Virgen quiere, uno es feliz –afirmó– ¿Y qué tiene la Virgen que enseñarte a ti? La Virgen es madre, y las madres no engañan porque buscan el bien de sus hijos siempre. Y una madre enseña, porque antes que tú ha vivido ella. ¿Qué te va a enseñar la Virgen estos días? Una frase: haced lo que Él os diga. Jesucristo no quiere amargarte, Jesucristo te ama y ha muerto por ti aunque tú seas un pringado. Ellos te aman siempre, aunque pases de ellos, aunque les insultes y les escupas. Ellos te aman con un amor incondicional, gratuito, que no te lo mereces”.
“Veo que los jóvenes tenéis todo, y yo nunca os he visto más amargados que ahora. Estáis tristes, estáis solos. Tenéis que beber para tener un poco de alegría, estáis todo el día enganchados a las redes en el mundo virtual porque vuestro mundo real no os gusta. Yo os animo a que miréis a María y a Jesús para que entendáis dónde está la felicidad, porque existe la felicidad plena”.
El sacerdote gallego recordó a los jóvenes que “La belleza atrae, pero la pureza enamora” y les recomendó que les pidieran estos días de JRJ Jesús, María, que tenga experiencia de que sois verdad y me amáis. Pedírselo sin miedo. Jesús, demuéstrame que estás conmigo. Ahora preparaos, pues os va a dar la vuelta como una tortilla”.
“La gran pregunta que la Iglesia te quiere hacer estos días es ¿Eres feliz? Si la respuesta es no, aquí hay un lugar para ser feliz. En la casa de la Virgen, en la Cueva, la Virgen se queda ahí para que entres en su casa. Probad, no os cuesta nada, igual que cuando estás de botellón, pruebas otras cosas que te dan desconocidos, prueba esto, prueba a Jesucristo, prueba a la Virgen: qué pierdes. Si es verdad, serás feliz”.
“No se puede ser feliz, lo digo por experiencia –les dijo– sin Jesucristo y sin la Virgen. Por ti mismo no puedes ser feliz. Para muchos depende de algo: un coche, una novia, una familia, el móvil, pero siempre depende de algo. Pero todo eso se termina, es caduco, todo pasa. Tienes que apoyar tu felicidad en algo que nadie ni nada te pueda quitar. Y después de tener tu felicidad anclada en eso que nadie ni nada te puede quitar, después, construye. Si no, a qué te agarrarás cuando, por ejemplo, mueran tus padres?»