«La misión, en el corazón de la Iglesia de Asturias» es el título del libro que se presentó este martes, 9 de mayo, en el Auditorio del Seminario Metropolitano, y que recoge la historia de los 50 años de las misiones diocesanas asturianas. En el acto intervino el Arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz Montes; el Delegado episcopal de Misiones, D. Pedro Tardón y Arcadio Alonso, coautor del libro y hermano del beato Juan Alonso, misionero asturiano martirizado en el Quiché (Guatemala). El volumen es un completo compendio de la actividad de la diócesis asturiana en Burundi, Guatemala, Ecuador y Benín, así como un homenaje de reconocimiento tanto a los promotores de estas misiones, como a aquellos que participaron en este proyecto de evangelización. Resonaron, por tanto, con fuerza en el acto de presentación los nombres de Mons. Gabino Díaz Merchán, D. Luis Legaspi, D. Ángel González o D. Fernando Fueyo, entre otros muy queridos y que descansan ya en la paz del Señor.
«Este libro es una buena recopilación de los lugares donde nuestros misioneros han llegado, dejando atrás sus familias, sus lenguas y tantos usos y costumbres» afirmó Mons. Sanz durante su intervención. «No había en ellos más motivación que la de cumplir el mandato de Jesús de transmitir el Evangelio más allá de nuestras fronteras –dijo–, en ocasiones poniendo en riesgo su propia vida». Con esa generosidad y disposición de sentirse enviados, los misioneros fueron «anunciando a Cristo, administrando sacramentos, levantando parroquias, construyendo colegios y dispensarios», afirmó el Arzobispo de Oviedo, que animó a «no perder jamás la impronta misionera», y recordó que en nuestra historia queda reflejado que «cuando hemos tenido que cerrar espacios, Dios nos ha abierto otros providencialmente. Porque si somos cristianos, no podemos no ser misioneros. La misión continúa».