La parroquia de San Melchor, en Oviedo, se quedó pequeña para acoger a todos los asistentes a la eucaristía que tuvo lugar este jueves, 12 de diciembre, con motivo de la festividad de la Virgen de Guadalupe, patrona de América, organizada por la Delegación Episcopal de Piedad Popular y el Secretariado diocesano de Migraciones. A la celebración acudieron personas inmigrantes procedentes de casi todos los países de Latinoamérica: Argentina, Paraguay, Colombia, México, Venezuela, Ecuador, El Salvador, Nicaragua, Perú o Cuba, entre otros, y lo hicieron acompañados por la bandera de su país y la imagen de advocación mariana más venerada allí.
La eucaristía, que contó con el acompañamiento musical del Coro de María Inmaculada y un coro de niños de Paraguay, estuvo presidida por el Vicario General, Adolfo Mariño, que agradeció, en su homilía, a las personas inmigrantes allí presentes la riqueza que aportan a nuestro país, su cultura y su fe, que se mantiene a pesar de la secularización creciente. Les animó a mantenerse, con orgullo, fieles a sus raíces y vinculados a sus países de origen, siempre con María, como compañera de camino.
También quiso agradecer a los sacerdotes allí presentes, algunos de procedencia latinoamericana, por su presencia y aportación a la diócesis.