Cáritas desarrolla este proyecto desde el acompañamiento y la atención a las necesidades de los alumnos
En la labor de acompañamiento y ayuda que Cáritas realiza a las personas y familias en situación de riesgo de exclusión, una de las mayores y constantes preocupaciones es el empleo. Las dificultades para acceder a él o las condiciones una vez logrado un puesto de trabajo, afectan en muchas ocasiones a los jóvenes, especialmente cuando están alejados del sistema formativo o tienen poca o ninguna experiencia laboral.
Poder llevar a la práctica una propuesta concreta para ellos se planteó como un objetivo para Cáritas, y por ello “Joven Ocúpate”, que es como se conoce en Asturias al programa de Garantía Juvenil estatal, era la oportunidad perfecta. Financiado por el Fondo Social Europeo, está destinado a chicos de entre 16 y 30 años que estén inscritos en el fichero del sistema nacional de Garantía Juvenil, con preferencia en aquellos que carezcan de los estudios de graduado en Enseñanza Secundaria Obligatoria. “Joven Ocúpate es un programa de formación y empleo y es la tercera vez que se desarrolla en Cáritas. En este programa, que tiene una duración de seis meses, ocho o diez jóvenes se forman para trabajar, además al mismo tiempo son alumnos trabajadores”, explica Mónica Fernández, responsable del programa, “al finalizar reciben un certificado de profesionalidad de nivel 1 y, por otro lado, nosotros, que tenemos también alumnado que viene de países de Latinoamérica, mientras están en proceso de homologación de sus estudios es una formación que les puede venir muy bien”.
Los alumnos reparten la jornada entre el trabajo, con un contrato de aprendizaje, y la formación básica en competencias clave y formación ocupacional. “Cuando hablamos de competencias clave hacemos referencia a las que son necesarias para aquellos alumnos que no tienen el título en la Educación Secundaria Obligatoria. De este modo pueden optar a hacer un examen que si lo superan les permitirá acceder a certificados de nivel superior. Por eso dedicamos diariamente un tiempo a las clases de Lengua y Matemáticas”.
La programación de los seis meses en los que se desarrolla “Joven Ocúpate” se ha elaborado teniendo muy en cuenta las circunstancias de los jóvenes que acuden a formarse (personal, familiar, de expectativas) y con el propósito de que adquieran unos conocimientos que luego puedan llevar a la práctica cuando deban enfrentarse al mundo laboral. “Reciben formación transversal en materias como igualdad de oportunidades, orientación laboral o sensibilización medioambiental. También se organizan salidas para que conozcan instalaciones. Por todo ello es un proyecto muy completo en el que se tocan casi todos los aspectos posibles”. Entre ellos las prácticas en un establecimiento real, de cara al público, que en este caso se realiza en las tiendas Koopera de Oviedo y Gijón y en la nave del polígono de Silvota: “Los jóvenes son trabajadores y como tal tienen una nómina. Los tres primeros meses reciben el treinta por ciento del salario mínimo interprofesional, los siguientes dos meses el cincuenta y el sexto y último mes el cien por cien del salario mínimo. Esta es una forma de incentivarles para que participen en este programa y que vean la importancia no solo de formarse sino también de poner en práctica los conocimientos que reciben”, explica Mónica.
Confianza y formación
Vera, Cecilia y Andrés son tres de los jóvenes que este junio finalizan su formación. Vera comenta como en su caso una de las dificultades con las que se encontró fue que “al venir de fuera de España no tenía los títulos homologados. Además aparte de hacer el curso, estudiamos competencias clave que nos ayudan mucho para poder integrarnos a otras ramas”. En su caso pudo acceder a “Joven Ocúpate” a través de la parroquia, “desde allí fue al equipo de empleo de Cáritas. Ellos realizan una muy buena labor para derivar a quienes acuden a ellos a las formaciones o trabajos que consideren que les pueden beneficiar. En el caso de Vera a Joven Ocúpate porque cumplía los requisitos”, señala Mónica.
Por su parte, Cecilia y Andrés resaltan tanto todo lo que han aprendido en estos meses de estudios como el acompañamiento y atención cercana y afectiva que desde Cáritas les han aportado, lo que es sin duda una de sus grandes señas de identidad, logrando ganar en ánimo y seguridad de cara a su futuro laboral y personal. “Para mí ha sido una experiencia muy bonita, al compartir con mis compañeros hemos creado un vínculo y de cara a buscar empleo nos abre muchas puertas: cómo tratar al cliente, cómo expresarnos. Nos ha dado verdadera confianza”, manifiesta Cecilia. Una opinión que es compartida por Andrés: “Para mí era una oportunidad única y no la quise desaprovechar. Nos ayuda profesional y personalmente porque somos diez personas de diferentes países y nos hemos unido de una forma que ahora podemos decir que somos familia. Muchos tenemos lejos a la nuestra y así nos hemos sentido muy confiados”. Unas sensaciones que la responsable de “Joven Ocúpate” recibe “con alegría porque los docentes también estamos muy satisfechos. El programa puede desarrollarse como se considere, dentro de unos parámetros, y en este sentido hemos pretendido crear una entidad de grupo, que se sientan a gusto. En la actualidad vemos que el tener un trabajo no significa que salgas de una situación desfavorable, por eso el objetivo no solo es encontrar empleo sino que hay que prepararse, intentar ver qué opciones tenemos, a qué queremos dedicarnos y cómo es nuestra situación. A través de este programa se tocan todos los aspectos, siempre destacando que hay que formarse y si se tiene una base se puede optar a más”.