Como cada año, en torno a la festividad de San José Obrero, Cáritas celebra la Jornada por el Empleo, que este año lleva por lema “El trabajo, el valor del futuro para todos”. La Jornada quiere recordar, no solo la falta de empleo de las personas en pobreza y exclusión social, sino también reivindicar la mejora de las condiciones y la erradicación del empleo precario.
Una campaña que en esta ocasión se celebra en una época muy particular, nunca antes conocida, tras una paralización casi absoluta de una parte de las actividades comerciales y de servicios a la población, que ha traído consigo una importante caída del empleo y de las oportunidades para poder acceder al mismo.
Una nota interesante que ha desvelado Cáritas en esta campaña, es que, a pesar de esa paralización de la actividad que se ha sufrido a causa de la pandemia, informes como Foessa, realizado por Cáritas y publicado en el año 2019, advertían de que en aquel momento ya existían “claros signos de agotamiento del sistema de bienestar, que había caracterizado a la sociedad asturiana en términos de empleo y exclusión”. Y es que, como afirma Myriam Gozalo, responsable del programa de empleo de Cáritas Asturias “siempre hemos dicho, y eran datos objetivos, que aquí el empleo protegía más a la población en exclusión que en el resto de España. Sin embargo, antes de la pandemia ya se veían signos que mostraban un agotamiento de esa fuerza que tiene el empleo en Asturias de protección frente a la exclusión. Veíamos, por ejemplo, hogares con todos los miembros desempleados y hogares con personas paradas de larga duración en un nivel bastante alto respecto a la media nacional”.
Según las cifras que maneja Cáritas Asturias, el 57% de las personas que se han atendido en este 2020 en el programa de empleo, eran mujeres, y el 73%, migrantes. Además, la mayor parte de todos ellos contaban con un bajo nivel de estudios, y tan solo el 24% de las personas atendidas contaban con un nivel de Educación Secundaria o superior.
“Hemos visto un aumento de la presencia de mujeres en nuestro programa de empleo –señala Myriam Gozalo– en muchos casos con familiares a su cargo, con la intención de volver a un mercado laboral que, ciertamente, pone muchas dificultades en cuanto a la conciliación laboral. Y respecto a las personas migrantes, su principal dificultad es una falta de acceso a derechos que tienen, en muchas ocasiones por los trámites administrativos que les dificultan la inclusión plena en nuestra sociedad”.
614 personas atendidas en 2020
El programa de empleo de Cáritas Asturias, durante el año de la pandemia, ha acompañado a 614 personas, que han pasado por alguna de las diferentes acciones que se llevan a cabo, en sus centros de Gijón, Oviedo y Avilés. “Allí acompañamos a las personas mediante la información y la orientación, en recursos, sus posibles itinerarios de formación, la formación misma a través de diferentes cursos que organizamos, y finalmente el área de intermediación, donde gestionamos ofertas de empleo que nos llegan directamente, bien sea de particulares o de empresas”.
Esta última actividad, la de intermediación, se ha visto afectada en el 2020 con un descenso de casi el 25% respecto a las ofertas que se reciben para gestionar en Cáritas, y además una buena parte de las mismas no llegan a cerrarse “por la incertidumbre y el miedo que hay en el mercado laboral, siendo la inserción en el mismo casi un 40% inferior al de otros años”, explica la responsable del programa.
En total, son 14 los cursos que Cáritas Asturias ofrece a las personas que acompañan en el programa de empleo, enfocados principalmente en el trabajo doméstico, ayuda a domicilio y cuidados, así como en el sector de la hostelería, y en los que han participado en este último año 183 personas. “Quisiera destacar el interés que ha suscitado la formación para muchas personas en este año tan difícil como el 2020 –destaca Myriam Gozalo–. A nosotros desde el programa de empleo nos tocó adaptar nuestras formaciones a medios on line y semipresenciales, porque veíamos que las personas querían participar. Los cursos de cocina y ayuda a domicilio fueron probablemente aquellos que contaron con mayor participación”.
La Iglesia, por un trabajo decente
“La Iglesia siempre se ha manifestado intensamente a favor del derecho del trabajo como dimensión personal y social inalienable de la persona –explica desde Cáritas Asturias la responsable del programa de empleo–.” Lo demuestra la iniciativa “Iglesia por un trabajo decente”, donde se aboga por el trabajo en condiciones dignas, y por un mayor reconocimiento de ciertos sectores como el del cuidado de niños y mayores, y la labor de los cuidadores. “Cáritas apuesta por la economía solidaria como un modelo alternativo económico que creemos que es el necesario hoy, donde la persona está en el centro, donde se aboga por el consumo responsable y por el cuidado de la tierra –afirma Myriam Gozalo–, y con esas propuestas seguiremos trabajando”.