«Gratitud» y «alegría» ante un encuentro formativo y de convivencia de la Provincia Eclesiástica

Publicado el 13/11/2025
[ssba]
«Gratitud» y «alegría» ante un encuentro formativo y de convivencia de la Provincia Eclesiástica

Con la celebración de la eucaristía, presidida por el Arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz Montes, en la Basílica de San Isidoro de León, concluía este miércoles el Encuentro Bienal de Obispos, Vicarios y Arciprestes de la Provincia Eclesiástica de Oviedo. Han sido cuatro jornadas de oración y reflexión compartida en torno al tema «Entre la ilusión ilusa y el realismo esperanzado», que ha contado, además, con la participación de los responsables y Delegados para el clero de las diócesis que componen la Provincia Eclesiástica (Oviedo, León, Santander y Astorga).

Eucaristía final en la Basílica de San Isidoro (León)

Para abordar el tema de este encuentro a lo largo de estos cuatro días, se han desarrollado diferentes ponencias como la que pronunciaba el lunes, en la apertura, la psicóloga y orientadora de los seminarios de Toledo y Oviedo, Teresa Ortega, quien abordaba el tema «Sobre el perfil de los seminaristas y la generación sacerdotal joven. Las intemperies que rodean el ministerio sacerdotal en la actualidad», que se completaba con otra ponencia a cargo del teólogo y profesor del Instituto Teológico San Ildefonso de Toledo, Félix del Valle Carrasquilla: «Cuando la espiritualidad no abraza la vida. Crisis real y renovación deseable», en la que se abordó la dimensión psicológica y espiritual del ministerio sacerdotal.

El martes era el Obispo de Solsona, Mons. Francisco Conesa Ferrer, Presidente de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe y Coordinador del Equipo de la CEE responsable de la aplicación del Sínodo de la Sinodalidad, el encargado de ofrecer una reflexión en torno al tema «El reduccionismo cultural. Del pensamiento débil a la frivolidad envolvente», con una llamada a la formación y al diálogo con la sociedad», que se completó con la experiencia real del sacerdote y profesor de la Universidad de San Dámaso (Madrid), José Manuel Horcajo Lucas, que abordó el tema «El desafío pastoral entre el cansancio de los sacerdotes: de la eficacia pretenciosa a la humilde fecundidad».

Eucaristía final en la Basílica de San Isidoro (León)

Al finalizar estas jornadas que tienen lugar cada dos años y respondiendo a los medios de comunicación diocesanos de León, Mons. Jesús Sanz ha querido recalcar en primer lugar la «gratitud» como balance y mensaje fundamental ante un «encuentro fraterno» como el recién celebrado, «sabiendo que en una Provincia Eclesiástica los problemas y las soluciones son compartidas, que no es gente diferente a la que acompañamos como sacerdotes ni son distintos los curas de una y otra diócesis». En esta ocasión, explicó el Arzobispo de Oviedo, «se ha querido profundizar, en un primer momento, en cuál es el perfil de nuestros jóvenes curas, más aún, de los que entran en el Seminario, porque son hijos de su tiempo y son la nueva generación que viene empujando, con sus luces y sus sombras. La primera aproximación que hemos hecho al asomarnos a esos perfiles nos daba ya una radiografía de lo que tenemos por delante dentro de muy pocos años», dijo. «Después –siguió–, hemos profundizado en la espiritualidad del sacerdote que debe abrazar la vida por entero, no sólo en algunos aspectos, sino por completo. La Palabra de Dios, los sacramentos y la vivencia de nuestro ministerio sacerdotal dando la vida por el rebaño que la Iglesia ha puesto en nuestras manos». «Vivimos en una coyuntura de mucho sobresalto –manifestó Mons. Sanz Montes– y hay ideologías culturales, políticas y mediáticas que nos afectan y nos salpican y pueden condicionar el ejercicio de nuestro ministerio. Saber poner nombre a esta realidad nos permite saber situarnos también. Y finalmente tuvimos la alegría de escuchar el testimonio de un sacerdote madrileño que nos hablaba de su compromiso en una parroquia de un barrio como es Vallecas, sencillo humilde y complicado. Todo esto junto con las oraciones y la convivencia que hemos compartido nos ha permitido vivir estos días con gran agradecimiento y alegría, sabiendo que esto no termina, sino que seguirá cuando volvamos a nuestras diócesis».