«El Niño Jesús también nace en Villabona». El Adviento y la Navidad en la cárcel

Publicado el 20/12/2025
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«El Niño Jesús también nace en Villabona». El Adviento y la Navidad en la cárcel

Alrededor de 34 voluntarios de edades muy diversas, jóvenes y mayores: estudiantes, profesores, sacerdotes, componen el grupo que, desde la Pastoral Penitenciaria de la diócesis, acude semanalmente hasta la prisión de Asturias para acompañar a los internos y ayudar en lo que se necesite. Las actividades que allí realizan son muy variadas, siendo la más importante la del Catecumenado, que actualmente está presente en todos los módulos del centro. A partir de ahí, hay clases de guitarra, hay coro, hay actividades manuales y hasta tertulias literarias. También clases de cultura general, de apoyo a los estudios, inglés o teatro. «Hacemos un poco de todo», señala Ana Álvarez, Delegada episcopal de Pastoral Penitenciaria. «Incluso en el módulo de aislamiento –afirma– y también en la enfermería, donde un diácono permanente hace un acompañamiento personalizado».

Belén en la capilla

Las actividades son muy bien acogidas por los internos, que se muestran «muy receptivos» explica Ana, porque «como siempre nos dicen, sois como el aire fresco que viene de la calle y además nos tratáis con mucho cariño».

Además, cada semana se celebra la eucaristía en la capilla de la prisión. Una capilla «pequeña, pero con una bonita historia porque el retablo es obra de un interno», explica la Delegada. «Tiene una talla de la Virgen de la Merced, que es la patrona de las instituciones penitenciarias; otra de San José con el Niño y un Corazón de Jesús, así como una pequeña imagen de la Virgen de Covadonga. Y por supuesto, el Santísimo siempre allí, en el centro. Es un espacio que facilita el recogimiento y a los internos les gustan mucho esos ratos de silencio, de oración, de encontrarse íntimamente con el Señor», reconoce. Hasta hace poco se celebraban dos misas los domingos, pero últimamente se ha ampliado a los viernes por la tarde también. «La capilla se nos está quedando un poco pequeña», afirma, «de esta manera se pueden distribuir».

Celebración de la Nochebuena del 2024

Las familias de los presos también son objeto de atención de la Pastoral Penitenciaria. «Ellos nos hablan mucho de sus familias», explica Ana. «A veces, cuando van a visitarlos, nos avisan para que podamos conocerles y así, en la entrada o en el parking vamos conociendo a muchas de ellas. Eso nos ayuda para quedar, para mostrarles cuál es su parroquia y presentarles al párroco, porque también las familias sufren mucho». La implicación de los voluntarios de Pastoral Penitenciaria se puede comprobar con el ejemplo de una historia que dio comienzo precisamente en torno a la Navidad. «Una joven ingresó en prisión y el domingo fue a misa –recuerda la Delegada, Ana–. Allí, al terminar la eucaristía, empezó a llamarme y cuando me giré para hablar con ella, me fijé en que estaba embarazada. Desde aquel momento las voluntarias y yo nos hicimos automáticamente «tías». Le acompañamos en todo el proceso del embarazo y le dijimos que cuando fuera al hospital para dar a luz, preguntara por el capellán, para que pudiera avisarnos. Ella estaba sola, no tenía a nadie y nos dejaron estar con ella durante todo el tiempo en que estuvo ingresada. Le habíamos pedido al Arzobispo, don Jesús, bautizar a ese niño en cuanto naciera. Y se presentó en el hospital, y allí mismo, en Neonatos, le bautizó». Hoy la joven ya no está en prisión y el niño permanece con una familia de acogida, pero desde hace unos meses su madre ya puede visitarle, acompañada por la propia Ana, Delegada de Pastoral Penitenciaria que, por cierto, es su madrina. «Ella está feliz con su pequeño y yo, con mi pequeño ahijado, también».

La Navidad son fechas de sentimientos encontrados para los internos en la cárcel. «se acuerdan mucho de su familia», reconoce la Delegada, «y rememoran su infancia, las Navidades de cuando eran niños y sus seres queridos, especialmente los que ya no están». Desde la Pastoral Penitenciaria estos días se esfuerzan en preparar el Adviento durante el catecumenado y entre otras actividades, preparan la obra de teatro de La Natividad, el coro ensaya villancicos y entre todos elaboran un belén gigante con figuras que ellos mismos realizan en los talleres de barro. «Cada año que pasa va creciendo más el belén y sus escenas», dice la Delegada. Este año, además, la capilla de la prisión cuenta con un belén especial gracias a Nekane y José, de la Asociación Belenista de Gijón.

El día de Nochebuena, por la mañana, todos los años acude el Arzobispo de Oviedo para celebrar la eucaristía, a las 11 y a las 12 h. «Don Jesús procura recordarles a los internos el amor de Dios que nace en nuestros corazones y transmitirles la esperanza que nace de ese amor», explica Ana. Además, en torno a la festividad de los Reyes Mayos, la Cofradía de Jesús Cautivo siempre se hace presente acompañando a sus Majestades llegados de Oriente.

Son días «de nudo en la garganta», reconoce la Delegada de Pastoral Penitenciaria, porque ellos «siempre tienen ese momento de acordarse de su infancia, de sus padres, sus abuelos» e inevitablemente «a nosotros los voluntarios también se nos encoge el corazón», por eso, afirma, «si tuviera que hacer una petición, pediría que la gente rezara por ellos, por los presos y también por sus familias que están fuera. Porque aunque parece que la prisión está muy lejos, en realidad está muy cerca de donde hay tantas luces y tantas fiestas. El Niño Jesús nace en un sitio humilde y también lo hace en Villabona».