El Museo de Bellas Artes de Asturias expone desde este lunes, en la Sala 1 del Palacio de Velarde, una obra procedente del Museo de la Iglesia. Se trata del «Díptico de la Pasión», una pieza de marfil labrado de mediados del siglo XIV. Este intercambio forma parte del programa «La Obra Invitada», y permanecerá en el Museo de Bellas Artes hasta el 30 de marzo de 2025, ubicada junto con piezas de cronologías cercanas como la tabla de la Crucifixión –la pieza más antigua de la colección, fechada en torno a 1350–, y otras pinturas del siglo XV con la misma temática.
Y es que el Díptico de la Pasión es una de las obras de marfil más preciadas del Museo de la Iglesia de Asturias, junto con el Díptico de Apión y el Díptico de Gundisalvo. Se da la casualidad que es la primera vez que, en cambio, el Museo de Bellas Artes incorpora marfil a sus colecciones. En la pieza se narra la historia de la Pasión de Cristo, con un estilo tardogótico y a través de dos placas en las que se representan seis escenas talladas: la Entrada de Cristo en Jerusalén; el Lavatorio; la Última Cena; la Oración en el Huerto; la agresión de Simón Pedro a Malco y su Curación por Cristo; el Beso de Judas; el Prendimiento y ahorcamiento de Judas y la Crucifixión.
Las placas, tal y como se describe desde el Museo de Bellas Artes, «destacan por estar realizadas con un detallismo naturalista de gran belleza, así como por presentar una técnica preciosista realmente exquisita».
La pieza se creó con el objeto de servir de altar portátil para la devoción privada. Ahora podrá verse y conocerse a fondo, de manera temporal, en el Museo de Bellas Artes, gracias también a la profesora de la Universidad de Oviedo, Yayoi Kawamura, que ha dispuesto materiales escritos que estarán a disposición del público en las recepciones de la pinacoteca. De la misma manera se han programado diferentes visitas guiadas y acciones con las que se buscará ahondar y disfrutar en profundidad de esta obra excepcional.