Con la eucaristía solemne en la fiesta de San Mateo, hoy miércoles, 21 de septiembre de 2022 a las 12 del mediodía en la Catedral, finalizaba el Jubileo de la Santa Cruz o Perdonanza, que durante ocho días ha permitido a todo el que lo desee ganar la indulgencia plenaria, con las condiciones acostumbradas que indica la Iglesia.
La celebración estuvo presidida por el Deán de la Catedral, D. Benito Gallego –ya que el Arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz, se encuentra convaleciente de su intervención–, y concelebraron junto a él más de veinte sacerdotes, entre los que se encontraba el Vicario General de la diócesis, D. Jorge Juan Fernández Sangrador, los canónigos de la Catedral, y también los diáconos ordenados el pasado Pentecostés. Además, al igual que en los días anteriores de la Perdonanza, la Cruz de los Ángeles (siglo IX) fue entronizada en el Altar Mayor, ya que a ella se hace referencia en la Bula de concesión del Jubileo por parte de la Santa Sede.
En su homilía, D. Benito Gallego recordó que «La Cruz es el emblema del Salvador», y es que «ya no es para los cristianos un patíbulo infame –dijo– sino el símbolo del amor de Dios». Por eso, «la Iglesia canta con alborozo a la Cruz en su Liturgia, no porque los cristianos seamos masoquistas, sino porque la Cruz es para nosotros esperanza, signo de salvación».
También subrayó que con la fiesta de San Mateo concluye la Perdonanza, que es el origen de las fiestas más populares de Oviedo. «Aunque San Mateo no es el patrón de Oviedo, estamos convencidos de que es un gran protector», afirmó, y recordó que en el Evangelio, se narra cómo Jesús le dijo a Mateo «Sígueme», y «él lo deja todo con prontitud y alegría, y se convierte en uno de los doce». «Como le sucedió a Mateo, en todos nosotros también se fija el Maestro, cualquiera que sea nuestra edad y circunstancias –explicó el Deán de la Catedral en su homilía–. Nos invita a seguirle más de cerca. Por eso, el ejemplo de San Mateo nos sirve de estímulo para ello».
Antes de finalizar, D. Benito Gallego quiso recordar a las personas que «atraviesan una situación difícil», pidió el «fin a la invasión en Ucrania» y «el fin, en definitiva, de toda la violencia». «Pedimos al Señor –dijo– que alivie tanto dolor, y generosidad y altura de miras a las personas que gestionan el bien común». «Que seamos todos hermanos, como nos recuerda el Papa Francisco, y que nos decidamos todos a participar en la revolución pacífica del amor».
Antes de finalizar la eucaristía, se mostró para su veneración ante los fieles el Santo Sudario que, siguiendo la tradición, solo se descubre tres días al año: el 14 y 21 de septiembre, y el Viernes Santo.