En 2004 la parroquia de San Juan el Real de Oviedo recibía el título de Basílica Menor. Un hecho que se vivió con alegría entre los feligreses que este fin de semana celebrarán este importante aniversario. El sacerdote Javier Suárez es su rector.
¿Cómo recuerda el momento de recibir la noticia de que la Santa Sede les otorgaba este título?
Fue muy emotivo. Previo a la celebración estuvo la petición que yo le hice al Arzobispo para que se la trasladara al Prefecto de la Congregación de Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos para que concediera el título de la Basílica Menor a la iglesia de San Juan. Un templo que a mí me sorprendió desde mi llegada por su magnificencia. En febrero se cursó esa solicitud y en septiembre nos comunicaron que se concedía el título de basílica. Nos llenó de gozo y alegría y se celebró con una misa presidida por el arzobispo y con la participación de numerosos sacerdotes. En la celebración se leyó el decreto de proclamación y fue un momento muy emotivo. La gente estaba muy contenta y satisfecha, era una aspiración antigua de los feligreses.
Es una iglesia con un gran valor artístico.
Llama la atención, después de la catedral es una de las más visitada, es un contante río de gente que se acerca a visitarla. Viendo la cantidad de gente que acudía decimos colocar unos confesonarios en las capillas de atrás porque había mucha gente que acudía y al ver la capilla se acercaba a confesar y se iban con mucha paz. Una de las características de la basílica es que tiene que tener un servicio litúrgico y sacramental, incluida la confesión. Por eso, tenemos confesiones todos los días de lunes a viernes de 11 y media a una y de seis y media a siete y media. Aparte que los sacerdotes estamos siempre dispuestos.
Es una parroquia también con mucha vida pastoral.
Así es, hay muchos niños en la catequesis, más de doscientos, así como un grupo de jóvenes que se preparan para la Confirmación que están atendidos por más de treinta catequistas. Los niños son quienes organizan una marcha contra el hambre por la ciudad y lo recaudado se dona a Manos Unidas y también hace unos talleres y ponen a la venta los objetos que realizan para donar ese dinero a Cáritas parroquial. Los niños aprenden también así a descubrir la necesidad de los demás, ayudando con su aportación.
Es también de destacar la participación de los fieles en Cáritas con más de treinta voluntarios que abren el despacho todos los días. El día de los pobres se hace una comida a la que invitamos a todos aquellos que pasan por Cáritas parroquial a una comida que se paga con la contribución de quienes acudimos para que no sea un gasto para nuestra Cáritas. La gente se siente muy feliz y muy contenta porque no es solo atenderles, sino estar también con ellos: estar muy cerca de los necesitados no para colocarnos medallas, sino para tener relación con ellos y si no puedes hacer otra cosa al menos escucharles porque tienen necesidad de contar su situación.
La basílica está atendida por cuatro sacerdotes. En el apartado musical contamos con la schola cantorum, un coro de niños y jóvenes que anima las celebraciones y un coro de feligreses. También tenemos una escuela de monaguillos donde aprenden el servicio del altar, un consejo pastoral y uno económico y una escuela de formación bíblica. Hay cuatro comunidades de religiosas: las Esclavas del Sagrado Corazón en cuya capilla se cuenta con la adoración permanente y perpetúa, las Siervas de Jesús, las Hijas de la Caridad con el Colegio de la Milagrosa y unas religiosas misioneras que acuden a las celebraciones. Otras asociaciones de servicio como Alcohólicos Anónimos tiene también locales donde poder reunirse.
¿Cómo celebrarán este aniversario?
Este sábado será la eucaristía presidida por el Sr. Arzobispo a las ocho de la tarde en la que cantará la schola cantorum de la basílica.