El Arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz, ha presidido este viernes la eucaristía de clausura del Centenario de la Basílica del Sagrado Corazón, en Gijón. Finaliza así un Año Jubilar en el que el templo situado en el centro de la ciudad ha organizado numerosas actividades religiosas y culturales que han intentado conseguir que «la Basílica esté un poco más presente en la ciudad y que sea también un poco más conocido entre las parroquias y los fieles de Gijón», explica su Rector, el sacerdote Manuel Robles, pero reconoce que sobre todo ha sido «un año en el que hemos hecho un esfuerzo por dar a conocer la devoción al Sagrado Corazón de Jesús que, en definitiva, no es otra cosa que dar a conocer la humanidad santísima de Jesucristo».
Con este año «no ponemos un punto y final», explica el Rector, «sino que es un punto seguido y después de que finalice el centenario, tendremos que seguir haciendo todas estas cosas».
Entre otros aspectos, la Basílica, si bien no es una parroquia propiamente dicha, colabora con las parroquias de San Pedro y San José de la ciudad, y se reúne periódicamente para avanzar en la Evangelización del Gijón del siglo XXI, ante una realidad social y creyente muy diferente a la que ha habido hasta hace unos años.
