Desde que somos concebidos tenemos ya edad para morir, pero sin duda cuando la muerte llama a la puerta de alguien a quien te une la amistad en lazo de familia o en la cercanía, esa muerte supone un duro golpe. Y así hemos recibido la noticia del fallecimiento del señor obispo de Astorga, don Juan Antonio Menéndez, que salió precisamente de nuestra diócesis asturiana en la que era obispo auxiliar para asumir el pastoreo de esa diócesis hermana que es Astorga. Muchas veces hemos podido hablar, y compartir las luces y sombras, las sonrisas y las lágrimas que siempre conlleva la aventura de vivir. La bondad natural de este querido hermano era patente en su buen hacer como persona y como obispo.Le ha tocado lidiar dificultades y problemáticas duras y complejas, ya llevado la diócesis en estos tres años al frente de Astorga con enorme dignidad y con el buen hacer de un pastor diligente, con inteligencia y acierto. Nos unimos a toda la diócesis de Astorga que pertenece a nuestra provincia eclesiástica de Oviedo, al anciano padre de don Juan Antonio y el resto de la familia, y a los muchos amigos que le vamos a echar en falta al ser llamado por el señor a su seno. Que nos consuelen las palabras de esperanza que nos acerca la fe cristiana. Y que descanse en paz este querido hermano y pastor bueno. Pedimos a nuestra Santina que le cubra con su manto. Que nos veamos con él en el cielo.
+Jesús Sanz Montes, Ofm.
Arzobispo de Oviedo.