El 30% de los alumnos asturianos se forman en colegios católicos

Publicado el 08/04/2022
Share on FacebookTweet about this on TwitterEmail this to someonePin on PinterestPrint this page
El 30% de los alumnos asturianos se forman en colegios católicos

#HazMemoria: La educación católica

 

La Conferencia Episcopal ha comenzado esta semana el proyecto #HazMemoria, una iniciativa que ya puso en marcha el año pasado y que tiene como objetivo recordar durante doce semanas la labor que lleva a cabo la Iglesia en España en ámbitos como el anuncio del Evangelio, el acompañamiento a presos, el cuidado de los enfermos y la sanidad, la familia, o la ayuda a las mujeres abandonadas en situación de exclusión entre otros muchos. En esta ocasión ha comenzado por el mundo de la educación, los colegios católicos y la enseñanza de la Religión en la escuela. 

Desde Asturias hemos querido sumarnos a este gran repaso por la labor de la Iglesia y poner cifras y datos en torno a estos ámbitos. 

En nuestra región hay, concretamente, cincuenta y ocho colegios de ideario católico, dirigidos por congregaciones e instituciones religiosas. A ellos acuden unos 31.000 alumnos, lo que supone cerca del 30% de los alumnos asturianos no universitarios.

Entre estos centros, hay varios centros educativos que son diocesanos, es decir, que están vinculados al Arzobispado de Oviedo. En Gijón, están el Colegio San Miguel, la Escuela Infantil San Eutiquio y la Escuela Infantil El Bibio (esta última cambiará su titularidad el próximo 1 de septiembre, y pasará a ser de las Religiosas de la Asunción). En Avilés, están los colegios Santo Tomás y San Nicolás y en Oviedo, el colegio Sagrada Familia.

Son centros que surgieron en su día “como respuesta a las necesidades educativas de los hijos de las familias trabajadoras, en los barrios en los que se ubican”, explica Miguel Ángel Solís, Delegado Episcopal de Enseñanza. “Todos ellos se caracterizan –afirma– por compartir una línea educativa que promueve la formación integral del alumno de acuerdo a una concepción cristiana del hombre, de la vida y del mundo, de forma que los prepare para la transformación y mejora de la sociedad. Porque tenemos el convencimiento de que educar es transformar”.

Man standing share the gospel in the Bible to man. Man fingers pointing at letters within the Bible. The concept of Christianity.

Con todo ello, frente a la educación pública, la educación católica buscar se una educación de calidad que, como explicaba el Delegado episcopal de Enseñanza, busca la formación integral de la persona y la transformación de la sociedad desde la propuesta del Evangelio. “Se trata de abrir el corazón y la mente de los niños y jóvenes a la verdad, la belleza, la bondad, el sentido de la vida, etc”, explica Solís. Así, “la escuela católica sale al encuentro de los más desfavorecidos, siendo una escuela abierta, inclusiva y solidaria que promueve el compromiso por el bien común”, afirma, ante las acusaciones de “elitismo” que en ocasiones se lanzan contra este modelo educativo. “De hecho, nos encontramos con muchos alumnos que tienen en nuestras escuelas situaciones socioeconómicas muy complicadas –afirma–. Y en ese aspecto también se les ayuda porque no se trata sólo de dar una formación a nivel intelectual de conocimientos, sino que también es un acompañamiento a su situación personal” En este sentido, los colegios católicos pretenden dar un servicio educativo a la sociedad en general, se encuentre donde se encuentre, y cualquier familia que considere que estos centros ofrecen lo mejor para sus hijos, pueden matricularlo en el mismo, siempre que haya plaza y siguiendo los procedimientos que se exigen desde las Administraciones.

La baja natalidad y la escuela

Hay una realidad muy preocupante que se observa en toda la sociedad española pero en la asturiana de manera muy especial. Se trata de las baja cifra de natalidad que, año tras año, se refleja en el descenso del número de matrículas en los colegios. Este año,  más de 6.000 alumnos menos en total. Sin embargo, estos datos se notan especialmente en la escuela pública, porque la escuela concertada se sigue manteniendo con una matrícula bastante estable. “La matrícula habrá bajado en torno a 1.000 alumnos en la escuela católica y en algo más de 5.000 en la pública. De aquí se deduce que muchas familias siguen apostando por la escuela católica como lo mejor para sus hijos”, reconoce Solís.

En cuanto a la clase de Religión, algo más del 60% alumnos en Asturias elige cursar la asignatura en las escuelas. Esto supone que más de 6 de cada 10 alumnos optan por ella, bien ellos o bien sus familias “porque consideran que es una formación adecuada y buena para sus hijos”, afirma el Delegado episcopal de Enseñanza en la diócesis. La clase de Religión “propone conocimientos y valores necesarios para el desarrollo personal y social de los alumnos, les prepara para el futuro desarrollando una autonomía y un espíritu crítico teniendo como referencia el Evangelio y la visión cristiana de la persona”, afirma, y reconoce que además “se fomenta la interioridad, en un mundo en el que vivimos con tanto ruido, pero donde no hay tiempo para encontrarse con uno mismo”, dice. Por no hablar de la importancia de descubrir y admirar el patrimonio religioso como expresión de la experiencia cristiana, porque “la fe genera cultura, y así tenemos distintas expresiones en la arquitectura, literatura, música, pintura etc. y un ejemplo de este aprendizaje es la cantidad de alumnos de Religión que con su clase este año en el que hemos celebrado el 1200 aniversario de nuestra Catedral, la están visitando y conociéndola a fondo”. 

En cuanto a la nueva ley educativa, aún no se sabe en qué situación concreta se queda la asignatura de Religión. “Están saliendo ahora los Decretos de las distintas etapas, por parte del Ministerio, todavía esta semana el miércoles salía el decreto de Bachiller, y todo eso se tiene que desarrollar en las distintas comunidades autónomas. En principio hasta que no veamos esos decretos de desarrollo en Asturias no sabemos cómo va a quedar configurada la asignatura. Sí sabemos los mínimos que se exigen desde el Ministerio en cuanto a la carga lectiva, por ejemplo, que será de 60 minutos desde Infantil hasta 2º. de Bachiller, y como siempre es de oferta obligatoria para los centros y de libre elección para los alumnos”.