Este sábado, 13 de octubre, se celebrará el aniversario de la Dedicación de la Catedral de Oviedo, un acto que tuvo lugar un 13 de octubre de 1863, aunque su consagración data del año 812, cuando fue dedicada exclusivamente al culto bajo la advocación de la Basílica de El Salvador y los Santos Apóstoles. Por eso, este año se cumplirá el 155 aniversario de la Dedicación, aunque la Iglesia celebra más de 1.000 años en este templo como centro de culto. Será un día de solemnidad litúrgica para la Catedral, y también de fiesta para toda la diócesis, puesto que se trata de “la Iglesia del Obispo, ahí está la Cátedra episcopal también y es signo de unidad del pueblo de Dios en la diócesis, en toda Asturias”, señala el Deán de la Catedral, Benito Gallego. La celebración tendrá lugar a lo largo de todo el día, con las misas habituales de 9,15; 12,00 y 18,30 h.
Tal y como explican desde el Cabildo, en la historia de la Iglesia no se tienen noticias de dedicación de templos hasta el siglo IV y consistían en su mayor parte en la celebración de una eucaristía solemne. Una de las tradiciones más conocidas de esta ceremonia, desde los inicios, era la costumbre de guardar reliquias en el altar. Y así permanecen en nuestra Catedral de Oviedo, dentro del ara. Actualmente no es así, y se ponen a los pies del altar. En el caso de la Catedral de El Salvador, estas reliquias pertenecen a mártires de la Iglesia, muchas de ellas, hoy conservadas en la Cámara Santa, en una urna creada expresamente con motivo de la visita de San Juan Pablo II a Asturias, en el año 1989.
Desde su consagración la Catedral ha custodiado y mantenido el templo y las obras de arte que alberga en su interior. Hace algo más de cuatro años, se tomó una decisión que inevitablemente tuvo trascendencia en la sociedad ovetense, y fue comenzar a cobrar la entrada para visitar su interior, aunque evidentemente la asistencia a las celebraciones religiosas de cualquier tipo continúa siendo gratuita. Desde el Cabildo catedralicio, se argumentaban varias razones: “En primer lugar, se pretendía proteger la Catedral como un espacio sagrado –explica el Deán–. A veces el templo se convertía en una prolongación de la plaza, especialmente en días de lluvia, donde se refugiaban familias con niños, saltaban, corrían, la gente hablaba altísimo y no podíamos tener las celebraciones con paz, sobre todo la del mediodía. Eso nos movió, pero también el hecho de que efectivamente no teníamos la posibilidad de mantener económicamente el gasto que la Catedral genera. Vimos el momento, cuando ya quedaba sólo un 10% de las Catedrales de España para dar este paso”.
Desde entonces, la Catedral ha podido realizar numerosas mejoras, necesarias en un monumento de tal calado y antigüedad. Desde el cambio del sistema de iluminación a LED, en el año 2014, hasta la restauración de los retablos de la Inmaculada y de Santa Teresa; se realizó una operación para implantar la accesibilidad para personas con discapacidad en la capilla del Rey Casto, y se permitió la entrada por el jardín de los Reyes para las celebraciones religiosas de diario. Además, se ha limpiado el retablo mayor; se ha reparado la fachada exterior del claustro; se han llevado a cabo obras de mantenimiento en el museo diocesano y también el Cabildo sufragó una parte de la restauración de la Cámara Santa, en concreto, la vitrina y el sistema de mantenimiento del Santo Sudario. De cara a este próximo curso, está prevista la restauración de los cinco retablos barrocos de la girola.
Pero además de todas las inversiones y puestas a punto del interior y exterior de la Catedral de Oviedo, el Cabildo dio paso a otras novedades: un equipo de personas que comenzaron a desarrollar todo el nuevo sistema de gestión de la Catedral, y con él, una nueva página web (www.catedraldeoviedo.com) y un sistema de abonados. Este último resultó una iniciativa que no ha dejado de crecer desde su planteamiento. Hoy son ya casi 3.000 las personas abonadas a la Catedral de Oviedo, por lo que, pagando una sola vez ocho euros, pueden tener acceso durante todo un año al templo y al mismo tiempo participar de las diferentes actividades culturales que se organizan. “Queríamos crear un vínculo con la Catedral y los abonados, que son personas especialmente interesadas y que vienen con frecuencia para hacer visitas –destaca Loreto Pérez, coordinadora de la Actividad Cultural de la Catedral–. Estas personas disfrutan especialmente cuando se les ofrecen contenidos extra, y más si son los canónigos o técnicos del Plan Director quienes los muestran. Ellos van guiando a los abonados por el templo, enseñándoles rincones, impartiendo conferencias y cómo no, subiendo a la torre, que ha resultado ser la “actividad estrella”. Gracias al programa de abonados, cerca de 700 personas han podido subir ya, en una actividad que se demora inevitablemente en el tiempo, pues solo pueden acceder grupos de 15 personas, lo que hace que exista una buena lista de espera. Sin embargo, todos aquellos que no han logrado subir tienen prioridad para el año siguiente y procuramos coordinarlo para que todo el que lo desee pueda subir a la torre y disfrutar de su Catedral”.
Con el tiempo, pero sobre todo debido a la gran demanda, se creó una segunda página web: www.sanctaovetensis.com –vinculada a la página principal– para gestionar los abonos, proporcionar información sobre los mismos e inscribirse en las actividades que se ofrecen –alrededor de cinco o seis diferentes cada año, aunque es frecuente que surjan sesiones extraordinarias para acoger a las personas que se quedan fuera, debido al aforo limitado de éstas–.
Los abonados suelen ser ovetenses, pero “también hay un número importante de personas que viven fuera, tienen raíces asturianas y les enorgullece tener un sentimiento de pertenencia a la Catedral”, señala Loreto Pérez. “Son personas que viven en América o en diferentes ciudades europeas, y que les hace ilusión mantener este vínculo, ya que siempre que vuelven a casa pueden visitar la Catedral”, afirma.
No son las únicas actividades. Junto con la mayor parte de celebraciones litúrgicas más importantes de la diócesis, abiertas a todos los fieles, la Catedral abre sus puertas en otras ocasiones. La última, este pasado sábado, en la Noche Blanca de Oviedo. Por segundo año la Catedral participó de esta iniciativa del Ayuntamiento de la ciudad, en esta ocasión acogiendo un concierto de temática sacra de la coral “El León de Oro”, de Luanco. Los temas que se interpretaron estaban relacionados con diferentes escenas del retablo mayor del templo, que se iluminaban como si de una catequesis se tratara.